¿Alguien se acuerda de la guerra entre Israel y Hamas en Gaza?
Parece que no.
Muy interesante columna de Julio María Sanguinetti:
Se habla de excesos. De respuestas desproporcionadas. La verdad es que la guerra siempre es un exceso, siempre es una barbaridad, en el estricto sentido de la palabra. ¿Qué es, entonces, una respuesta proporcionada? ¿Tirar 3 mil misiles hacia el otro lado con una eficacia mayor y allí sí matar indiscriminadamente? ¿Cuántos muertos hay que esperar para justificar una reacción?
Todo esto quienes primero lo saben son los Estados árabes responsables. Lo tiene claro Egipto, que cierra a cal y canto su frontera con Gaza. Lo tienen bien asumido Jordania y Arabia Saudita, acusados de complicidad o cobardía por los movimientos radicales, que también operan en contra de su institucionalidad, pretendiendo desplazarlos hacia el sendero ciego del fanatismo y la violencia.
En el fondo, digámoslo con todas las letras, lo sabemos todos. Pero hay quienes creen que sólo se puede posar de "izquierda" si se está contra Israel, porque es el aliado de los EE.UU. en el difícil equilibrio de esa región; que sólo se puede invocar humanismo clamando por una paz que justamente han quebrado quienes aparecen como víctimas circunstanciales de una tormenta que ellos mismos desataron para justificar su propio radicalismo.
Don Julio María honra al Uruguay por sus ideas y su claridad al exponerlas.
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