Con la vuelta del crédito hipotecario en los 90, cuando estábamos mal, había gente de enorme conciencia social que se quejaba amargamente porque no llegaba al 100% de la población. Una prueba más de la perversidad de un sistema que ponía mayor énfasis en la economía de mercado.
Más allá de lo disparatado de pretender que el crédito hipotecario esté al alcance del 100% de la población (ver, por ejemplo, la reciente crisis de las hipotecas en EEUU), ahora que el crédito hipotecario no existe para nadie, salvo para parientes y amigos de funcionarios de algún banco oficial, esta misma gente no dice ni mú.
En realidad, lo que verdaderamente les molestaba era que cualquier hijo de vecino tenga la posibilidad de acceder a una vivienda propia sin apelar a los favores personales o a la magnanimidad de algún funcionario.
Ahora que el acceso al crédito depende de los contactos y del nivel de llegada a algún organismo estatal, están todos chochos de la vida. Porque, después de todo, that’s The Argentine Way.
«En marzo, la cuota de $ 970 que Ferrari paga mes a mes por su departamento de 40 m2, en el 3° piso de un edificio sin ascensor, pasará a costar 2.350 pesos. “Si alquilara por ese precio, no me imagino dónde viviría”, ironiza Ferrari». Pero «oficialmente se lanzó ["Plan inquilinos"] el 15 de septiembre de 2006, bajo la consigna “cuota idéntica a un alquiler”». Es decir que hasta ahora el "Plan inquilinos" ha superado las expectativas de quienes participan.
ReplyDelete«Entre fines de 2006 y principios de 2007 se tomaron la mayoría de esos diez mil créditos, por lo que en pocos meses se terminará el plazo de tasa fija y las cuotas se dispararán». Es decir que se cumplirá con la consigna “cuota idéntica a un alquiler”. Nadie debería llevarse ningún chasco («“Yo pienso que por ahí no todo el mundo está revisando su crédito en Internet, que no sacan las cuentas todos los meses, me parece que más de uno se va a llevar un chasco”, advierte Ferrari»).
«La intención del plan era reactivar el mercado inmobiliario y, al mismo tiempo, rebajar el valor de los alquileres acercando las cuotas de un crédito al valor de estos últimos». ¿Esa función no la cumple el sistema de precios? Cuando aumenta la demanda de alquileres y estos suben, ¿acaso no resulta rentable construir?