Jan 13, 2009

Primero los niños

Las personas actúan racionalmente según los incentivos. Es por eso que el asistencialismo es lo más cercano que existe al “opio de los pueblos”.

Pero, cuando ganó la “Alianza”, me consolaba pensando que los tipos probablemente estancarían al país (nunca me imaginé el horror que fue en realidad), pero con la llegada al poder de personajes como Graciela Fernández Meijide por lo menos desaparecerían los niños de las calles.

En mayor o menor medida la mendicidad existe en todos lados. Te manguean en Montreal, Madrid y Nueva York. Pero lo verdaderamente intolerable en cualquier país medianamente organizado es la mendicidad infantil.

Siempre me resultó incomprensible cómo una sociedad como la argentina, que se considera extremadamente sofisticada y sensible para tantas cosas (nunca me voy a olvidar de las colas de gente a las 11 de la noche en los cines de Lavalle para ver películas “art house” europeas justo al lado de grupos de chicos de entre 5 y 9 años hurgando la basura), tolere como si nada verdaderos ejércitos de niños pululando por la calle a cualquier hora del día.

Por supuesto, me equivoqué de cabo a rabo. La primera encarnación de la Gran Clase Media Progre argenta en el poder fue un fracaso estrepitoso y ni siquiera se ocuparon de cuestiones elementales tan caras a su discurso formal como la protección del menor.

Ahora, durante la segunda encarnación de la Gran Clase Media Progre argenta en el poder, la versión peronacha de la “Alianza”, la situación es considerablemente peor.

Y, como si se tratara de una broma de mal gusto, todavía hay defensores de los derechos humanos que sostienen públicamente que es preferible que un niño ande solo por la calle de madrugada en el Gran Buenos Aires a que pase la noche en la sala de espera en una comisaría.

Muchachos, convengamos que tenemos un país verdaderamente de mierda.

9 comments:

  1. Ese es el país que tenemos (y merecemos).

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  2. El asistencialismo es el opio de los argentinos. Desde el caso de la usurpación de terrenos hasta los menores delincuentes, parece que desde jueces a ministros, todos se rigen por el asistencialismo.

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  3. Luis, yo tampoco puedo tolerar que exista la mendicidad infantil. El tema es que hoy en día ya no es una rareza y nos hemos acostumbrado de alguna manera. Por ejemplo, si un día te venís para Buenos Aires vas a ver que es común ver a familias enteras (con chicos inclusive) revolver bolsas de basura para sacar cartones.

    Ahora, para vos, ¿Cómo podría encontrarse una solución? Porque no me parece complicado solucionarlo. Y no te olvides que en muchos casos lo "obtenido" por la mendicidad infantil va a parar a las manos de otros (que no son chicos).

    Andrés

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  4. Me sorprende que creyeras que Fernandez Meijide (verdadero nombre: Rosa Fernández, demasiado popular) iba a solucionar algo.

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  5. Amigos:
    Primero saludos, que hace tanto tiempo que no comento algo.

    Ahora lo que yo creo que es el problema. Me parece que existe un problema de representación y de referencia. Como está todo hoy no existe un político que represente a alguien. Esa es la realidad. Yo creo que todas esas afirmaciones de "país de mierda" o "gente de mierda" poseen una parte de la verdad. La otra parte de la verdad es que desde hace por lo menos seis décadas que se vienen votando "paquetes" de políticos que rellenan bancas y puestos, pero que en el mejor de los casos se representan a sí mismos.

    Con ese sistema, donde el político no representa a nadie, y donde la gente desconoce el ejercicio de la representació es muy difícil que pueda haber progreso o consenso de alguna manera por que se trata de dos unidades completamente separadas, como castas: La ciudadanía de un lado, la "clase política" por el otro.

    Dado esto, queda obvio que todo vicio o aberración intrínseca del sistema republicano se potencia, por que falta el último límite que es la ciudadanía responsable.

    La otra vez hablaba con un amigo que tuvo oportunidad de conocer un poco el congreso por dentro, y me comentaba que la mayoría de los legisladores no saben una goma de nada. Todo lo manejan por medio de asesores. Es obvio que no son eruditos ni iluminados intelectuales, y la constitución en ningún momento pide eso, pero estos tipos apenas conocen el reglamento del congreso, y mucho menos los mandatos de la Constitución o la ley.

    Tanto es así que existe una especie de "carrera" en las comisiones. Los pichis o principiantes casi unánimemente van a parar a las comisiones de defensa o legislación penal, que son las únicas donde no circula guita de por medio. Los "grosos" o viejos pescados, van a parar a "presupuesto", "hacienda" y otras yerbas donde si hay mucha guita en el medio y es donde se cuecen habas.

    Pero el fenómeno que ocurre es que las comisiones de defensa y asuntos penales se llenan de una intrincada caterba de intelectuales haciendo de asesores, con lo cual, tenemos toda esta clase de aberraciones surrealistas acerca del tratamiento del delito, la inversión de causa consecuencia, el tratamiento "social" del delincuente, el desarme civil, y otras lacras pergeñadas por ONG's extranjeras en su mayoría, que tienen una visión de la realidad conpletamente distorsionada, y pagan a esos tipos (por que la asesoría suele ser "ad honorem" en algunos casos).

    Si hubiera verdadera represenatción, entonces todas estas figuras morirían políticamente ni bien boquean la primera idiotez. Con este sistema en cambio sobreviven y hacen un daño enorme.

    Con lo cual la premisa del "pueblo de mierda" es de difícil aplicación si se siguen las cifras de asistencia a los comicios (muy baja)y los márgenes por los que ha ganado la administración actual (ínfimos). A poca gente le interesa votar por que con eso no pueden hacer nada. No hay propuestas. No hay castigo. Apenas hay un asentimiento tácito o desaprobación igualmente tácita a ciertas políticas, pero el saldo general es que el gobierno hace lo que quiere. El problema es el sistema que permite todo esto, que como sabemos no cambiará en a medida que el peronismo tenga acceso al congreso, y siga siendo una opción política de peso.

    Distinto es si consideramos que la gente pueda organizarse y derrocar con las armas al gobierno para restaurar otro gobierno basado en las instituciones de 1853, pero con las caripelas que hay en danza hoy día lo considero difícil.


    Saludos
    TN

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  6. Tortita Negra: Las instituciones de 1853 no serán restauradas por gente que derroque con las armas al gobierno. La Revolución Libertadora no restauró las instituciones de 1853. Con la apatía de la población no se restaurarán las instituciones de 1853 («A poca gente le interesa votar». «Apenas hay un asentimiento tácito o desaprobación igualmente tácita a ciertas políticas».). Por un lado debe haber una toma de conciencia de la función que cumplen las instituciones de 1853. No la hay. Por otro lado, la puesta en funcionamiento de estas instituciones podrían límite al autoritarismo y crearían un cierto espacio para la participación de las minorías.

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  7. no leyeron la nota de la nacion que contaba sobre los pibes que piden de rodillas en el subte?

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  8. Mirá esto:

    http://www.clarin.com/diario/2009/01/14/um/m-01839605.htm

    Ya sé que no son argentinos ni mendigos. Pero son niños, víctimas de padres retrógrados con escasos valores.
    Cuando surgió el tema lo posteaste ("Vos le pondrías ese nombre a tu hijo" o algo así) y, si no me equivoco, creo que alguien comentó que debería suceder lo que exactamente pasó.

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