Ahí viene la columna de José Luis Espert:
¿Es una ayuda? Algo, sólo algo y mucho menos una salvación como la vende el gobierno. Aún después del canje de PGs quedan u$s 10.000 millones de vencimientos de capital más intereses relevantes que tiene que afrontar casi todo entre junio y diciembre de 2009 (y bajo el supuesto que se refinancia capital e intereses de la deuda intra Sector Público y capital de los organismos internacionales). Como el superávit primario se desvanece, el alivio relativo que se conseguirá con el canje de PGs son monedas. Sino ¿por qué Duhalde le está diciendo a Cristina Kirchner que debería poner sus deudas "en la masa de la quiebra mundial, al menos hasta que se resuelva la debacle que afecta al mundo entero"?
¿Elecciones y default o elecciones y FMI?
Vamos, pum para arriba, que esta vez seguro que sale bien.
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