Estructuras perversas

Es sin duda de las noticias que deberían salir en titulares. Sin embargo, aparece perdida en el interior del diario local de hoy. Como el pedorrismo de los medios locales es legendario, no está en el sitio web para enlazarla.

Los últimos datos del ministerio de finanzas de Québec refuerzan lo que ya comenté varias veces por acá. Cerca del 37% de los que están en condiciones de hacerlo no pagan impuestos a las ganancias en Québec. No porque los evadan, sino porque son demasiado pobres para hacerlo. Se trata de unas 2,2 millones de personas. En 1980 era el 23,5%. Pero, según el vocero del ministerio, es aún peor. El verdadero porcentaje de contribuyentes de la provincia que no pagan impuestos es el 40%.

Como contraste, el 19% de los contribuyentes de ingresos más elevados (que en Québec son las personas que ganan más de 50 mil dólares al año), pagan el 69% de los impuestos de personas físicas en la provincia.

Creo que no hace falta explicar que están dadas las condiciones para la instauración de un sistema clientelista clásico, en el que un amplio porcentaje de la población recibe todos los beneficios de las prebendas (planes sociales, prestaciones de todo tipo, etc.), no corre con ninguno de sus costos y tiene el suficiente peso político/electoral para obligar al resto de la población a hacerse cargo de los gastos.

Esa situación convierte en irrelevante a cualquier candidato que proponga rebajas de impuestos y en suicida a cualquiera que proponga recortes de gastos.

Si a esa situación se agregan los congelamientos de tarifas de electricidad, de aranceles universitarios y demás medidas populistas, tenemos un escenario muy complicado. Sin ir más lejos, en el diario de hoy reflejan que el Partido Quebecuá exige al primer ministro congelar las tarifas de todos los servicios públicos mientras dure la “crisis financiera”.

Yo les pregunto, ¿cómo se sale de todo esto?