Hace unos días terminé de leer el último libro de Rosendo Fraga. Muy interesante. La sensación que me queda es la misma de siempre y la que me quedó cada vez que visité España. Cómo hicimos de monumentalmente mal las cosas en Argentina para terminar como terminamos. Porque con hacer las cosas regularmente o mechar malos y buenos momentos no alcanza para terminar comiendo del plato del perro.
Como dice el autor, el de 1930 fue el primer golpe de estado exitoso de la historia, pero se trató del sexto intento. Los anteriores pudieron ser desactivados o se logró una salida institucional.
Fraga hace un análisis contrafáctico de varios de los golpes que se produjeron a partir de 1930. Lo más interesante y triste a la vez es que, según el autor, lejos de ser inevitables, tuvieron lugar por una combinación de desidia de las autoridades de la época y un enorme desprecio por la legalidad y la institucionalidad de la sociedad en su conjunto.
Como digo siempre, se prefirió que se rompa antes de que se doble todo lo que tenía que doblarse.
Rosendo Fraga cuenta que en todos esos casos, incluido el golpe de 1976, hubo numerosas posibilidades de desarticular o dar un cause institucional a las crisis y era perfectamente posible evitar una ruptura de la legalidad. Si el de 1930 hubiera tenido un cause institucional, como era perfectamente posible, muy probablemente no hubiera aparecido después el peronismo o lo hubiera hecho en una variante más moderada.
La sangre, dinero, sufrimiento, miseria y atraso que nos hubiéramos ahorrado.
No soy un experto en el tema ni mucho menos, pero me llamó la atención notar la estatura que adquiere Perón durante los meses previos al golpe de 1955. No se trata precisamente de uno de mis personajes históricos favoritos, pero según Fraga el país evitó ir a una guerra civil lisa y llana gracias a la negativa de Perón de hacer escalar el conflicto, por ejemplo mediante la entrega de armas a la CGT.
Yo insisto con el haiku:
You are
What you do
When it counts
El del ´76 sin dudas se podía haber evitado, faltaban meses para las elecciones y es dudoso que Isabelita fuera por un segundo mandato. Pero la gente, toda la gente, quería que cayera, como pasó con De la Rúa.
ReplyDeletePongo en duda el argumento de la guerra civil evitada por Perón en 1955.
Las armas para la CGT se hubieran quedado todas en los depósitos, nadie hubiera ido a buscarlas.
El famoso "la vida por Perón" es la mentira más grande de la historia.