Feb 18, 2009

Marianito se pregunta si a partir del resultado del plebiscito del domingo pasado Venezuela es todavía una democracia o comienza a ser una dictadura.

Qué quieren que les diga, yo creo que comenzó a serlo hace varios años.

3 comments:

  1. Si no es aún una dictadura en funciones es una dictadura en intencion 100%. Es clarisimo. Cuando una gobierno aparentemente democrático usa el poder para convencer a la población de desarticular voluntariamente las limitaciones al poder del mismo gobierno la intención es totalitaria, sin duda. Las limitaciones al poder gubernamental pactadas en las cartas magnas no deberían modificarse para su aplicación instantánea al gobierno en funciones, solo a gobiernos posteriores.
    Un gobierno que propone la destrabar la reelección para si mismo no puede decir que es democrático, porque la intención es abiertamente contraria a la democracia.
    O alguien cree que Chavez pediría reeleccón indefinida para alguien que no fuera él?

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  2. Estos boludos de la prensa se suelen hacer la pregunta diez años tarde.

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  3. Este es mi post:

    CHAVITO GANÓ, PERO LA OPOSICIÓN NO DEBE RESIGNARSE

    Es cierto que el domingo pasado ganó con el 54% de los votos, pero no debe menospreciarse un dato: comparado con lo que obtuvo cuando fue reelecto en 2006, hay una disminución de casi el 10% en el caudal de sufragios.

    Pero esto no quiere decir que la denominada oposición deba quedarse de brazos cruzados esperando que Chavito pierda votos paulatinamente, eso es un error: en 2010 hay elecciones legislativas y no se puede volver a cometer la locura de 2005, cuando aquellas fuerzas no chavistas decidieron no presentarse a las elecciones parlamentarias de ese año. Y el año que viene, la oposición, si hace bien las cosas durante la campaña, puede ganar una cantidad no desconsiderable de bancas en la Asamblea Nacional. De darse ese escenario, los planes para Chavito no serían tan fáciles como ahora, con un parlamento oficialista casi en su totalidad.

    Por más que Chavito haya conseguido la reelección indefinida, la oposición debe, tal como afirmó Carlos Montaner, aprovechar los pocos espacios que le brinda el oficialismo en materia de elecciones para evitar que las libertades básicas sufran cada vez más golpes mortíferos. Y esto implica cambiar el eje ideológico de aquellos que no comulgan con el oficialismo: a un gobierno de izquierda no se le puede oponer otro de igual ideología; debe haber una oposición de derecha que no tenga miedo de asumirse tal como es ideológicamente y debe innovar en sus propuestas (por ejemplo, ¿Por qué no pensar en repartir las acciones de PDVSA entre millones de venezolanos mayores de edad o entre las muchísimas personas que viven de las dádivas oficiales?). Esa fuerza opositora debe ser una especie de locomotora con un vagón: adelante está la variante de derecha (la que debe dar batalla) y como respaldo, el resto de las fuerzas socialdemócratas que no desean un gobierno autoritario.

    Les voy a contar algo que ví en la televisión argentina: en un programa de un canal de cable en donde se mostraba como es Venezuela bajo el gobierno de Hugo, no me dejaba de sorprender la cantidad de puestos callejeros de venta de diversos productos y servicios. ¿Sucede lo mismo en Cuba, por ejemplo?

    Antes de finalizar, habría que ver cuántos en 1990 presagiaban la derrota del sandinismo en Nicaragua a manos de Violeta Chamorro.

    Y para finalizar, les recomiendo este artículo de Álvaro Vargas Llosa: http://www.elindependent.org/articulos/article.asp?id=2439. Si bien uno puede caer en la tentación de buscarle la quinta pata al gato, lo que escribe el autor es interesante.

    Andrés

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