Para que no haya sorpresas

Yo lo vengo diciendo por acá.

Más allá de lo dramático de la situación actual del país con el kirchnerismo en el poder, lo verdaderamente preocupante es lo que viene después.

Yo a la distancia no noto el menor proceso de aprendizaje. La impresión que me queda es de una enorme indiferencia y resignación, como si se tratara de una calamidad natural, de un terremoto o inundación, que hay que sobrellevar a como dé lugar.

Me temo que después del horror kirchnerista se vuelva a intentar una salida a la Duhalde. Y, en ese caso, a prepararse para el tendal de miseria.

Para los que todavía tienen alguna duda, el mismo ex presidente se los dice bien clarito y sin pelos en la lengua:

Primera medida, nueva cesación de pagos.