Claro, lo dice el profe Nicolini, tucsoniano tenía que ser, y todo el mundo sale corriendo a llamar a la madre para contarle. Lo digo yo por acá y se me lo defecan de hilaridad en la cara:
Pero, además de envidia, Chile también genera esperanza, porque nos muestra que no estamos condenados a la pobreza, nos muestra que estar en una esquina del mundo no es un obstáculo insalvable, nos muestra que nuestra herencia hispanoamericana no nos encierra en un calabozo de atraso. Muchos jamás creímos en esas hipótesis, Chile nos da la razón.
el problema de argentina no era cultural luis? en que quedamos?
ReplyDeleteEs cultural, pero depende de nosotros.
ReplyDeleteEn estas tres décadas hemos probado el autoritarismo terrorista de estado, el liberalismo a ultranza, el montonerato... etiquetas de lo más variadas. En las apariencias. En realidad, bajo estos "sistemas", en nuestro país yace la misma concepción: tercermundización. Tercermundización palpable en corrupción y clientelismo.
ReplyDeleteEs penoso ver como un país puede deteriorarse de la forma que lo hizo el nuestro.