El pseudo debate por la pena de muerte en Argentina no es más que la manera que tiene mucha gente de ventilar su frustración. Ya pasó durante los primeros años de los Odiados 90, cuando Menem propuso su aplicación, medio en joda-medio en serio.
El problema del crimen violento en países como Argentina no tiene solución sin una reforma integral del sistema, en un contexto de crecimiento económico sostenido y reforma profunda de las leyes laborales. Aún así, llevaría años.
Pero, como pasa siempre, el primer paso para solucionar un problema debe ser necesariamente asumir su existencia.
Mucha gente necesita caer en la indignación para finalmente pasar a la acción. Tal vez sea el caso de Argentina con este tema.
Habría que dejarle decidir a la victima y/o familiares de esta, en caso de sufrir un crimen que merezca cadena perpetua o pena de muerte, cual de las dos penas prefiere que se le aplique al/los delincuente/s de ser culpables.
ReplyDeleteLo mismo para la mano dura policial. Que cada uno lleve una pulsera verde o roja, verde permite que en caso de estar siendo objeto del ataque de un delincuente, la policía pueda actuar con el mayor uso de la fuerza que se pueda. En caso de tener un brazalete rojo, solo permite que la policía dialogue con el delincuente para hacerlo desistir de su delito.
Se acabaría mucha hipocresía y tanto boludo políticamente correcto al pedo.
La delincuencia es un sub-producto de la miseria y la corrupción del sistema de justicia.
ReplyDeleteHay que refundar el país. Empezar de nuevo. De cero.