Mucha gente indignadísima en el gobierno de EEUU, entre ellos Obama, porque AIG pagó bonificaciones millonarias a sus ejecutivos.
Señores, somos grandes. En algún momento deberían entender que el estado NO tiene derecho a meterse en los manejos de las empresas privadas, ni para bien ni para mal, ni para ayudarlos ni para perjudicarlos. Para eso están los accionistas y/o dueños.
El error fue haberles dado plata del erario público.
es lo que decia Rush esta maniana. Le dieron la guita sin condiciones porque segun el gobierno dejarlos caer hubiera sido peor.
ReplyDeleteYour tax dollars at work!
ReplyDeleteEn ese aspecto disiento, por razones estrictamente liberales. Adam Smith también se hubiera horrorizado.
ReplyDeleteHace a un principio de buena economía -y buen derecho- evitar que los administradores (CEO'S y demás) sean quienes de hecho se fijen sus propias retribuciones y que en definitiva los empleados -porque un ejecutivo, si no es accionista controlante, es un empleado bien pago- terminen estableciendo su propia remuneración. Así cualquiera se hace rico, sin correr riesgos empresarios.
Si corporaciones fundidas reciben dinero del Estado -que en principio no deberían recibirlo- se supone que es para que la empresa se mantenga con vida, no para que los dólares vayan a los bolsillos de los altos empleados.
Distinto sería si una asamblea -en Argentina- o una junta de accionistas hubiera decidido votar esa retribución especial (artículo 234 de la ley 19.550). Pero que los CEO´S decidan remunerarse a sí mismos -ya que estoy seguro que no se celebraron asambleas o juntas de accionistas para decidirlo- con plata de los contribuyentes y de la corporación (porque el dinero recibido del Estado ingresó previamente a la corporación)no me parece que sea ni muy liberal, ni muy ético.
Julio, ¿por qué no intervienen las asambleas de accionistas?
ReplyDeleteEsas remuneraciones responden a una estipulación en el contrato de los ejecutivos, y si no estoy equivocado, es "comisión" por ventas realizadas de antemano.
ReplyDeleteAdam Smith se habría horrorizado con el bailout. "Too big to fail" es la consigna maldita de esta crisis que nos va a perseguir por años.