Mucha gente muy entusiasmada en Argentina por la derrota del kirchnerismo en Catamarca. Los gobernadores tratan desesperadamente de despegarse del hasta no hace mucho mejor presidente de la historia.
¿El resultado de esa provincia representa un adelanto de lo que pasará en las elecciones de octubre?
¿Y si a pesar de todo vuelve a ganar el Néstor y su banda?
No nos engañemos, no se trata del “agotamiento de una lógica de hacer política”, como sostiene Berensztein, sino del agotamiento de la caja. Nada más complicado que eso.
Con plata para seguir repartiendo, tendrían Kirchner para rato.
Obvio que es así. El festejo conduce al diagnóstico errado.
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