Apr 27, 2009


La Opinadora trabajando en el jardín

En estos días hicimos un serio replanteamiento de nuestras vidas durante el verano y decidimos que no vamos a pasar los fines de semana sacando a mano las malezas del jardín, al mejor estilo labrador medieval trabajando la tierra para su señor feudal.

Los productos químicos quedaron inmolados en el altar de la corrección política y del tremendismo ambiental. Para uso particular. Ahora, si alguien quiere echar mano a cualquier avance tecnológico para terminar con las flores amarillas y demás esperpentos del césped, tiene que gatillar y contratar a una empresa de jardinería.

(No sean mal pensados, acá no hay negociados)

Hoy hablé con una de esas empresas para que vengan a hacer dos aplicaciones, una en el verano y otra en el otoño. Según me dicen, si se hacen todos los años son efectivas.

Precio: 116 pesitos, impuestos incluidos.

Yo, como soy del campo, ya estaba tratando de coordinar algún horario para que vengan. La señorita me paró en seco y me dijo muy educadamente:

No se preocupe, en algún momento pasamos para la primera aplicación y, si no hay nadie, le dejamos la factura con un sobre franqueado en el buzón para que nos mande el cheque por correo.

Qué lindo es vivir en un país normal.

1 comment:

  1. En Argentina los clientes tirarían la factura por el inodoro y dirían que la empresa nunca pasó.

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