Pesito pa la birra

La sigo con la “crisis de las monedas” en Argentina.

Vuelvo a repetir lo que ya dije alguna vez por acá sobre el tema. ¿Por qué faltan monedas en el país? ¿Es realmente un misterio? Vamos a ver.

La última vez que pasó fue durante los Gloriosos 80, época en que, como ahora, la economía sufría de inflación. El valor del metal de las monedas era superior al nominal y desaparecían para ser fundidas. En mi colección tengo varias de aluminio de esos años – la casa de moneda trataba de utilizar metales más baratos para evitar que las fundan - y era común el uso de “boletos de cambio” en los colectivos, y de caramelos y aspirinas para dar el vuelto.

El problema, junto a la inflación, desapareció como por arte de magia durante los Malditos 90, cuando estábamos mal y no teníamos Dignidad.

Es muy probable que la “crisis de las monedas” versión 00s esté agravada por el hecho de que la economía viene de una etapa de estabilidad. Durante los 90 la Argentina desarrolló infraestructura y costumbres de economías estables, como el uso generalizado de monedas para pagar desde gaseosas en máquinas expendedores hasta el boleto de los colectivos urbanos, claramente incompatibles con economías con inflación alta. Los 80 no fueron otra cosa que el corolario de décadas de inflación crónica.

Los “acopiadores” y el mercado negro de monedas son la consecuencia, y no la causa, de su escasez. Echarles la culpa equivale a acusar a empresarios y comerciantes de los aumentos de precios durante épocas de inflación alta.

Por otro lado, ¿por qué aumentó la cantidad de dinero falsificado en circulación? Buena pregunta.

También pasaba durante los 80. En mi colección tengo dos o tres de 5 y 10 australes con los que me clavaron más de una vez.

Una vez más, el problema era casi inexistente durante la década del 90.

Tal vez tenga que ver con la velocidad de circulación del dinero, típica de economías con alta inflación y devaluaciones crónicas, en las que la gente intenta deshacerse de sus pesos cuanto antes. Probablemente también influya el hecho de que a partir de la destrucción del sistema financiero en 2001 – 2002, la Argentina se convirtió en una economía de efectivo.