Todo argento que se precie de tal prefiere toda la vida quedar como un mal parido que como un dolobu.
Rozitchner te lo dice más petitero:
El argentino es excepcional: no porque sea superior o realmente distinto, sino porque gusta de vivirse como tal. El argentino es la excepción que se ha vuelto común. Esa situación de excepcionalidad y diferencia está extendida y es común. Un mundo de individuos excepcionales: no existe.
El argentino cree que nació en el lugar equivocado. Su desempeño se aplica a lograr superioridad y diferencia, en vez de éxito y felicidad. Esa necesidad de no ser como todos que nos identifica. Una exigencia dura.
No estoy de acuerdo con esta idea, por otra parte tan argentina, de creer que somos los únicos que nos creemos excepcionales. Los españoles también se lo creen, los tanos ídem, los british ídem, los venezolanos, los cubanos y los franceses hacen lo mismo pero al cuadrado. Y paro la lista porque sería demasiado larga.
ReplyDeleteLa Argentina no inventó prácticamente nada en materia de defectos o de envidiar al otro o de creerse unos vivos bárbaros.
El mundo está lleno de boludos que creen lo mismo y tienen en común que, generalmente, no han vivido en otros países.
El año pasado se publicó un libro en España que, por supuesto, no tuvo un gran éxito editorial. Se titulaba "Si habla mal de España, seguro que es español". ¡Parece un calco de lo que escribiría un argentino! Lo gracioso es que hace 20 años leí un artículo venezolano donde se decía más o menos lo mismo sobre los venezolanos y actualmente anda circulando en YouTube un video llamado "Nosotros los mexicanos" donde la lista de defectos graves mexicanos es la misma que suscribiría un argentino.
No sé cuál es nuestro problema como país, pero tengo claro que no somos excepcionales sobre todo respecto a América Latina.
No es para nada la actitud de los quebecos y, hasta donde sé, la de los canadienses en general. Tampoco, hasta donde pude ver, la de los holandeses o irlandeses, entre otros.
ReplyDeleteMuy probablemente tenga que ver con los países/sociedades venidas a menos o que directamente nunca tuvieron periodos de gloria y que tienen que apelar a fantasías o delirios de grandeza para satisfacer su ego.