Y se siguen acumulando las maravillas del sistema de salud socializado, que prioriza a la solidaridad y a las personas en lugar de las corporaciones y el lucro.
Una señora fue internada en el Hospital Royal Victoria de Montreal para dar a luz. Cuando llegó el momento, ya se le había roto la bolsa, ella y su marido se cansaron de llamar a la enfermera pero no apareció nadie.
Conclusión: la señora parió a su hijo en la habitación de un hospital de una ciudad del primer mundo con la ayuda de su marido.
Pero no se preocupen porque las autoridades derl hospital están investigando el tema para mejorar el sistema.
Insisto, no estamos hablando de Nairobi, Puerto Príncipe o Mogadiscio.
Otro mito que se desmorona. Ni hablar los que cruzan la frontera para hacerse implantes dentarios, incluso un simple tratamiento conducto.
ReplyDeleteEl mito no se desmorona. La idea de que nadie tenga mejor servicio de salud que otro es muy poderosa, por desgracia.
ReplyDeleteY la falacia de que tu salud es gratis y otros pagan por ella, también es muy poderosa.