Argentina ganó por poca diferencia de goles porque jugó con 2 jugadores con 3 de handicap y 2 con 10 (26 en total) para equilibrar los 26 de handicap de los ingleses. Si Argentina hubiera jugado con 40 de handicap los borra de la cancha a los ingleses y a cualquier otro equipo. Este es el único deporte en el que los argentinos podemos decir sin exagerar ni un ápice que tenemos los mejores jugadores del mundo.
No estoy al día, pero debemos tener 20 o más jugadores con 10 de handicap. Lo bueno es que este gran número de jugaores no se debe a que hayan bajado los niveles de rigurosidad con los que se mide el handicap, sino que se funda en el incremento del número de jugadores por el profesionalismo de la actividad y por el crecimiento del público que va a ver polo.
Así como es casi obligatorio para un extranjero ir a ver un Boca-Ríver en la Bombonera para ver un espectáculo único, les sugiero que si tienen ocasión de ir a un Campeonato Argentino Abierto de Polo en Palermo (noviembre-diciembre) no se lo pierdan. Impresiona el espectáculo en la cancha y ¡¡¡también impresionan las minas que hay en las tribunas!!! Está lleno de señoritas que calificarían para opiladies.
Es el verdadero deporte nacional argentino. El deporte en el que la Argentina tiene un nivel apabullante sobre el resto del mundo, como era EE.UU. con el básquet hasta hace unos años. Sería como EE.UU. con béisbol.
Se pueden armar varios equipos argentinos que le podrían ganar a la selección del "resto del mundo".
Eso me recuerda al rugby, fui a ver Pumas-All Blacks a River (me di el lujo de ver un try de Lomu frente a mi tribuna).
Era la misma cancha a la que iba regularmente a ver a River y la misma en la que juega la Selección.
Para mi sorpresa, no había apiñamientos en los accesos, ni volaban proyectiles, ni escupitajos, ni había gente parada por todos lados, etc, etc.
En ese momento pensé "que nunca profesionalicen el rugby".
Y parece que le han encontrado la vuelta, los jugadores en Argentina son amateurs, y los Pumas se nutren ahora de jugadores argentinos profesionales en el extranjero.
El polo en Argentina no es nac&pop, pero es barato. Nunca me dedique pero tengo cerca gente que estuvo en el candelero y a todos los conozco de comer ravioles en la estacion de servicio del pueblo. En Argentina en provincia de Buenos Aires y La Pampa se dio algo que no se dio en ningun lado, y es que gente que por ahi se pelaba el culo arriba de un tractor o moviendo hacienda todo el dia dia se podia dar el gusto de tener un par de caballos y una canchita para taquear sin gastar un peso, varios son más chacareros que otra cosa. Y además era gente de laburar en el campo a la que le gustaban los caballos en serio. Es una combinacion muy particular.
Sin ánimo de polemizar quisiera aclarar que teniendo campo taquear entre amigos puede ser relativamente barato.
También es cierto que hay muchos jugadores bastante buenos que son, generalmente, petiseros o hijos de petiseros que aprovechan la ocasión que les brinda el trabajo del padre en la estancia de un polista, pero pocos llegan a jugar en los grandes equipos.
Jugar al polo en serio participando en torneos con handicap no es nada barato. Hay que comprar, renovar y mantener la caballada para lo que se requiere de petiseros, alimentos balanceados, cuidados veterinarios, transporte, alquiler de boxes, etc. Lo más barato son las monturas, las bridas dobles, los tacos y las pilchas.
Para jugar al polo es fundamental estar bien montado y esto decididamente no es barato. Un petiso sin "hacer" puede costar entre 500 y 1000 dólares, pero después hay que "hacerlo" y eso lleva tiempo y dinero y nada garantiza que salga bien. En cambio, si comprás un caballo o yegua "hecha" empezás a hablar de 3.000 dolares para arriba hasta los 30 o 40 mil, o más, que normalmente cuesta un buen caballo hecho por un jugador conocido de los principales equipos.
Me acuerdo que en Open Door (capital del polo sita cerca de Luján) aparecían en la temporada jugadores que alquilaban boxes a los del pueblo. No podían pagar los boxes de Lalor o de los Novillo Astrada y recurrían a instalaciones menos prestigiosas y bastante más sencillas.
La mayoría de estos tipos pagaban tarde y mal, lloraban miseria todo el tiempo, no cuidaban nada y explotaban miserablemente a los peones que oficiaban de petiseros. Había pocos que demostraban algún valor como polistas, pero tenían chapa de tales en su ciudad natal.
En realidad, traían sus caballos con la expectativa de venderlos en la temporada a los verdaderos polistas. Algunos lo lograban, otros no.
El profesionalismo ha dado la oportunidad a los buenos jugadores, o a los que parecen tener aptitudes para serlo, de obtener patrocinadores que apoyen su carrera y ha ampliado las perspectivas económicas a los jugadores más hábiles, ya que no es pa' todos la bota 'e potro.
Argentina ganó por poca diferencia de goles porque jugó con 2 jugadores con 3 de handicap y 2 con 10 (26 en total) para equilibrar los 26 de handicap de los ingleses. Si Argentina hubiera jugado con 40 de handicap los borra de la cancha a los ingleses y a cualquier otro equipo. Este es el único deporte en el que los argentinos podemos decir sin exagerar ni un ápice que tenemos los mejores jugadores del mundo.
ReplyDeleteNo estoy al día, pero debemos tener 20 o más jugadores con 10 de handicap. Lo bueno es que este gran número de jugaores no se debe a que hayan bajado los niveles de rigurosidad con los que se mide el handicap, sino que se funda en el incremento del número de jugadores por el profesionalismo de la actividad y por el crecimiento del público que va a ver polo.
Así como es casi obligatorio para un extranjero ir a ver un Boca-Ríver en la Bombonera para ver un espectáculo único, les sugiero que si tienen ocasión de ir a un Campeonato Argentino Abierto de Polo en Palermo (noviembre-diciembre) no se lo pierdan. Impresiona el espectáculo en la cancha y ¡¡¡también impresionan las minas que hay en las tribunas!!! Está lleno de señoritas que calificarían para opiladies.
Don Enmasca, yo solía pasar seguido por la zona y cuando había partido se veía cada señorita que era un contento.
ReplyDeleteEs el verdadero deporte nacional argentino. El deporte en el que la Argentina tiene un nivel apabullante sobre el resto del mundo, como era EE.UU. con el básquet hasta hace unos años. Sería como EE.UU. con béisbol.
ReplyDeleteSe pueden armar varios equipos argentinos que le podrían ganar a la selección del "resto del mundo".
Pero ... no es nacional y popular.
Blogo, tenés toda la razón y ¡¡Gracias a Dios que no es nacional y popular y ruego para que no lo sea nunca!!
ReplyDeleteViejo, ustedes son muy elitistas.
ReplyDeleteA EEUU no le va tan bien con su seleccion de Baseball, es mas, muchas grandes estrellas son extranjeras.
ReplyDeleteEso me recuerda al rugby, fui a ver Pumas-All Blacks a River (me di el lujo de ver un try de Lomu frente a mi tribuna).
ReplyDeleteEra la misma cancha a la que iba regularmente a ver a River y la misma en la que juega la Selección.
Para mi sorpresa, no había apiñamientos en los accesos, ni volaban proyectiles, ni escupitajos, ni había gente parada por todos lados, etc, etc.
En ese momento pensé "que nunca profesionalicen el rugby".
Y parece que le han encontrado la vuelta, los jugadores en Argentina son amateurs, y los Pumas se nutren ahora de jugadores argentinos profesionales en el extranjero.
No creo que pase por el profesionalismo sino por las características del público.
ReplyDeleteEl profesionalismo te cambia el público.
ReplyDeleteA EE.UU. en Béisbol le debe pasar lo mismo que en básquet, tienen claramente los mejores jugadores del mundo pero no le dan bola a la selección.
El polo en Argentina no es nac&pop, pero es barato. Nunca me dedique pero tengo cerca gente que estuvo en el candelero y a todos los conozco de comer ravioles en la estacion de servicio del pueblo. En Argentina en provincia de Buenos Aires y La Pampa se dio algo que no se dio en ningun lado, y es que gente que por ahi se pelaba el culo arriba de un tractor o moviendo hacienda todo el dia dia se podia dar el gusto de tener un par de caballos y una canchita para taquear sin gastar un peso, varios son más chacareros que otra cosa. Y además era gente de laburar en el campo a la que le gustaban los caballos en serio. Es una combinacion muy particular.
ReplyDeleteMi abuelo administraba un campo y jugaba, pero me cuentan que el mejor de la zona era un peón que la rompía.
ReplyDeleteEntonces debemos decir que no es masivo y no es urbano, nacional es pero poco popular.
ReplyDeleteSin ánimo de polemizar quisiera aclarar que teniendo campo taquear entre amigos puede ser relativamente barato.
ReplyDeleteTambién es cierto que hay muchos jugadores bastante buenos que son, generalmente, petiseros o hijos de petiseros que aprovechan la ocasión que les brinda el trabajo del padre en la estancia de un polista, pero pocos llegan a jugar en los grandes equipos.
Jugar al polo en serio participando en torneos con handicap no es nada barato.
Hay que comprar, renovar y mantener la caballada para lo que se requiere de petiseros, alimentos balanceados, cuidados veterinarios, transporte, alquiler de boxes, etc. Lo más barato son las monturas, las bridas dobles, los tacos y las pilchas.
Para jugar al polo es fundamental estar bien montado y esto decididamente no es barato. Un petiso sin "hacer" puede costar entre 500 y 1000 dólares, pero después hay que "hacerlo" y eso lleva tiempo y dinero y nada garantiza que salga bien. En cambio, si comprás un caballo o yegua "hecha" empezás a hablar de 3.000 dolares para arriba hasta los 30 o 40 mil, o más, que normalmente cuesta un buen caballo hecho por un jugador conocido de los principales equipos.
Me acuerdo que en Open Door (capital del polo sita cerca de Luján) aparecían en la temporada jugadores que alquilaban boxes a los del pueblo. No podían pagar los boxes de Lalor o de los Novillo Astrada y recurrían a instalaciones menos prestigiosas y bastante más sencillas.
La mayoría de estos tipos pagaban tarde y mal, lloraban miseria todo el tiempo, no cuidaban nada y explotaban miserablemente a los peones que oficiaban de petiseros. Había pocos que demostraban algún valor como polistas, pero tenían chapa de tales en su ciudad natal.
En realidad, traían sus caballos con la expectativa de venderlos en la temporada a los verdaderos polistas. Algunos lo lograban, otros no.
El profesionalismo ha dado la oportunidad a los buenos jugadores, o a los que parecen tener aptitudes para serlo, de obtener patrocinadores que apoyen su carrera y ha ampliado las perspectivas económicas a los jugadores más hábiles, ya que no es pa' todos la bota 'e potro.