Los niños último

Alternativa nacional y popular que no desangra nuestras divisas
"Chicos, no hay Hotwheels pero pueden jugar con esto,
no lo rompan porque el gobierno no te lo cambia"

Recuerdo de chico (los ´70s) haber recibido juguetes traídos del exterior e iniciar un sentimiento de desprecio a la industria argentina por lo infinitamente superiores que eran estos juguetes importados. De la misma manera, de chico observé lo pedorro que era nuestro país, que supuestamente era una maravilla, viendo películas como Star Wars y lo que se hacía acá, de calidad indescriptible (sin usar malas palabras).

Los juguetes con los que jugábamos eran una porquería al lado de aquellos con los que jugaban los niños de los países libres, todo en nombre de la industrialización, del modelo productivo.

También recuerdo esperar las vacaciones para ir a algún lugar de veraneo en el que pudiese ir a jugar a los juegos electrónicos, que tanto los militares como Alfonsín prohibían como algo demoníaco, como si se tratara de pasta base o prostitución infantil.

Ahora este gobierno, que es lo más parecido que hay al Proceso, restringe de nuevo las importaciones con el "truco" de las licencias no automáticas de importación, que supuestamente liberan el material de aduanas a los 60 días pero eso no ocurre, porque estamos en el reino de la discrecionalidad (y la coima) de los burócratas.

El inefable Moreno, algo así como "las manos de Kirchner", impide las importaciones de Barbies (no jugaba con muñecas de chico, no quiero esos comentarios) y de muchos otros juguetes a Mattel, exigiéndole a esta firma que exporte por el mismo monto que sus importaciones, algo absurdo que ni hace falta analizar.

Estos genios se creen que la forma de tener superávit comercial (como si esto sirviese para algo) es la de prohibir las importaciones, en particular de bienes de consumo, así como creen que la forma de evitar que suba el dólar es forzando a que la mayoría de los bancos exijan ser cliente para la compra y venta de divisas, además de presentar el documento y llenar un formulario.

Pienso en los chicos que treinta años después sufren la misma injusticia, la misma privación. Y en la enorme cantidad de hogares que no pueden acceder a una desktop o una laptop (o deben comprar una obsoleta) por la protección a la "industria de alta tecnología de Tierra del Fuego".

"en el mercado reconocen que la firma más afectada por esta política será Mattel y en este sentido apuntan que en la plaza argentina prácticamente no se consiguen los últimos modelos de las muñecas Barbie ni de los autitos Hot Wheels."

Seguro que ahora los chicos jugarán con menos autitos y muñecas (o con juguetes viejos y rotos), porque los nuevos serán más caros. ¿Figurará en el índice de precios al consumidor el aumento de precio de los juguetes gracias a la heróica acción de Moreno?

De la Argentina se puede salir (no es fácil) pero no deja de ser en cierta medidad un país cerrado como Cuba o Corea del Norte, que se aísla del mundo para mantener felices a vagos, improductivos, corruptos y chupasangres.

En la Nueva Argentina los únicos privilegiados son los industriales y los políticos

¡La pucha que es lindo mi país!