¡Cómo no se les ocurrió antes!
¿Alguien me explica por qué un país como Argentina, tradicionalmente de ingresos medios, que hasta hace 10 años era considerado un mercado emergente grande y estaba segundo en inversiones en la región después de Brasil, tiene que caer en estas cosas?
¿Vocación por la pobreza?
El Hyundai Accent de dos puertas, el auto más barato en Canadá, que se vende a 9995 dólares, tiene un motor de 1600 cc.
El Fiat 600 de la década del 50 tenía un motor de 633 cc.
La bosta de los autos económicos de Brasil tienen motores de 1000 cc.
Los autos más pedorros de Argentina tienen motores de 1400 cc.
¿Cómo alguien puede proponer seriamente como un logro extraordinario fabricar en Argentina 2009 un auto con una cilindrada menor que los que se hacían en la Europa arrasada de la postguerra?
Si realmente fuera una idea excelente, con perfecto sentido comercial, no haría falta que Zanella la presente ante el “ministerio de la producción”. Ya habrían copado el mercado y las demás automotrices estarían lanzando sus propios modelos.
Sería preferible abrir la importación de vehículos usados y que los argentinos tengan acceso masivo a autos de primer mundo.
(Por unos 5000 dólares se pueden comprar unos autos usados inalcanzables para los estándares argentinos en cualquier país normal del mundo, dos ejemplos al pasar, en dólares canadienses: Nissan Sentra 2002 por $3495, Hyundai Accent 2004 por $4592).
Los empleados de Zanella y de las tan eficientes automotrices del país se podrían dedicar al control previo antes de su ingreso y a su reparación. En el peor de los casos, para evitar el tan temible desempleo, sería más barato para los contribuyentes y consumidores del país seguirles pagando el sueldo y que se queden en sus casas a disfrutar del ocio creativo.
Argentina se parece cada vez más a la India. Lamentablemente solo en los niveles de pobreza, en lugar de hacerlo en el dinamismo de su economía, atracción de inversiones y crecimiento económico sostenido.
Si sirve de consuelo fácilongo, Zanella no ha sido un paradigma en la industria nacional; es más, ha sido siempre, fiel reflejo de la 'cultura empresaria' vernácula. Más allá del empeño de la familia por hacer historia con las motos (y con los lavarropas...que era casi lo mismo), la trayectoria de esta 'empresa familiar' nunca estuvo a la altura de las circunstancias que necesitaba el país, ni en sintonía con la escala global del intercambio; es más, siempre le ha hecho constantes guiños al Estado para que éste se haga cargo de los desaciertos cada vez más frecuentes en que la 'famiglia' ha sabido caer prolijamente antes y después de la desaparición del fundador. Valga por caso la fallida (y obcecada) intención de instalar una planta fabril en Cruz del Eje (Córdoba), que era más un impulso romántico del viejo Zanella que la respuesta a ciertas lógicas de demanda, oferta y producción.
ReplyDeleteLo del 'autito nacional' no me sorprende, ha de ser simplemente otro de los brillantes ejercicios acrobáticos de la empresa, al ritmo de la tarantella, con tal de seguir ligada siempre al Estado salvador de la Patria y de sus prohombres.
Los típicos “empresarios” argentos, tan bien representados por Macri.
ReplyDeleteQué buena instantánea de nuestra pobre realidad.
ReplyDeleteEl Mercedes ecológico con motor de 90 vaquillonas de fuerza.
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