Como decía ayer, aparentemente en Argentina hace falta que lo diga alguien de renombre internacional para que se den cuenta de que el socialismo nacionalista es una fenomenal máquina de producir pobres.
El atorrante impresentable de Javier González Fraga, hasta hace un poco más de un año uno de los principales defensores del actual “modelo”, ahora se horroriza de que cada día hay más pobres. El tipo es un economista profesional, no nació ayer, ¿no sabía que iba a pasar?
Caraduras es poco.
OK, pasó lo que todo el mundo medianamente bien nacido e informado sabía que iba a pasar, lo que pasó cada vez que se pusieron en práctica este tipo de políticas mercantilistas. ¿Y ahora?
Los argentinos y, sobre todo, la dirigencia del país, ¿aprendió la lección?
Para nada. Para el régimen kirchnerista, para el 90% de la oposición, para la Iglesia Católica (los mismos que reclaman por los pobres) y para una gran mayoría de argentinos de a pie, la solución para la pobreza pasa por la redistribución forzada de una torta cada vez más chica, nunca por agrandarla.
(Las fotos del cardenal Jorge Bergoglio son de El Gran Alberto)
Lo malo es que a ese caradura de Fraga lo siguen entrevistando y dándole aire como una gran autoridad en la materia.
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