Perdón, ¿a alguien realmente le importa la pobreza y la indigencia en Argentina o sólo reaccionan cuando alguien de renombre internacional como el Papa la pone sobre tapete?
Porque si la preocupación por terminar con la pobreza extrema, no perpetuarla, es genuina, hace falta un mínimo de honestidad intelectual para dejar de lado los sesgos ideológicos y reconocer que el socialismo nacionalista es una verdadera máquina de fabricar pobres.
Yo creo que en este tema coinciden tanto la Iglesia, la oposición y el gobierno y probablemente el 95 por ciento de la población:
ReplyDeletePara acabar con la pobreza hay que insistir en la redistribución de la riqueza, es decir sacarle a los que más tienen para dárselo a los que menos tienen.
A nadie se le ocurre declarar que las sociedades se enriquecen sólo cuando se produce más y en forma más eficiente y los gobiernos no atentan contra la seguridad y la propiedad sino que por el contrario la garantizan a rajatabla.
Tienen pobreza para rato, Néstor.
ReplyDeleteQué suerte que Dios ama a los pobres.
ReplyDeleteNo quiero ni pensar cómo sería si los odiara...
mientras sigan teniendo de a 15 hijos en las villas, la pobreza no se termina NUNCA.
ReplyDeletees obvio que 15 hijos desborda a cualquiera y sobre todo a alguien que no puede ni sostenerse a sí mismo. Esos pibes terminan criandose en la calle con los obvios problemas que esto trae.
hay que empezar por ahí.