Hasta hace poco el enorme alivio de mucha gente, dentro y fuera de Brasil, por el hecho de que Lula no destruyó al país, como se temía antes de que asumiera, había hecho que se disimulen los disparates de política exterior del presidente brasilero, que se las da de estadista internacional.
Pero parece que la cosa se está volviendo cada día más difícil de disimular.
Latinoamérica se ha enterrado desde principio de siglo aun más en el populismo desenfrenado. A los ejemplos extremos de Chávez, Correa y Ortega debemos agregar, apenas un escalón más abajo a los Kirchner, Lugo y el hasta hace poco desconocido Zelaya. Resulta que frente a ellos, Vázquez, Michelet y Lula parecen lo que no son, es decir "buenos gobernantes". La chilena está dirigiendo Chile hacia el abismo y de continuar en esta línea con los próximos gobernantes, el país trasandino volverá rapidamente a ser completamente sudamericano. Brasil tiene toda la polenta de su clase empresaria y una población lo suficientemente numerosa para que los experimentos mercantilistas tengan un poco más de aire. Yo viajo para allá con frecuencia, el país sigue creciendo fuerte, el empuje es arrollador en muchos aspectos, pero desde hace unos años la infraestructura ha dejado de mejorar y se está deteriorando rapidamente, creo que el efecto Lula & PT se está sintiendo y a la corta o a la larga entrará en cortocircuito con el crecimiento.
ReplyDeleteComparto, Miguel. El problema es contraste con el desastre rematado del resto de la región, Michelet, Lula y Vázquez son unos estadistas internacionales, dechados de moderación.
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