Me encantaría entender el esquema mental que lleva a una sociedad a seguir insistiendo en dilapidar miles de millones de dólares en empresas públicas, cuando ha comprobado hasta el hartazgo que el sector privado desempeña las mismas tareas de manera exponencialmente más eficiente. Sobre todo teniendo en cuenta los indicadores de pobreza e indigencia de gran parte de la población y el creciente déficit fiscal.
Sigo creyendo que se trata de una cuestión cultural, como sostiene este analista peruano. Los argentinos no pueden con el genio:
En realidad, Aerolíneas Argentinas siempre fue un desastre y hace tiempo que debió ser cerrada, pues perdió US$200 millones anuales cuando la operó Iberia (1991-1998) y US$300 millones anuales bajo la gestión de American Airlines (1999-2000). Y su situación incluso empeoró cuando la manejó el grupo español Marsans. Pero en todo caso, ese dinero lo perdían agentes privados y no los argentinos, como hoy en día. Sin embargo, el argentino promedio es estatista por naturaleza y así como no chistó cuando los Kirchner le robaron sus pensiones de las AFP, seguramente aguantará callado esta sangría por tener su "línea de bandera", un gran orgullo sin duda. Les encanta bajar cada vez más... Así son... Buenos futbolistas, "vedettes" (por no decir otra cosa), parrilleros, cómicos, actores, estafadores, funcionarios públicos, pizzeros, charlatanes, vineros, "intelectuales", sicoanalistas, escritores, peronistas y poco más. ¡Barriga, sexo, pendejada y palabreo, pero poca generación de riqueza! Deberían tener el nivel de Australia o Canadá por lo menos.
(Gracias, Andrés)
...ouch...
ReplyDeleteCreo que la intención del periodista es dar un fuerte sacudón de realidad a los peruanos para que entiendan que la idea es una locura.
ReplyDeleteMe encantaría que tenga un efecto similar en los argentinos.
Uy, cómo deben estar los nacionalistas que hayan leído esto. Jajaja.
ReplyDeleteAdemás, duele mucho más lo que es cierto.
que palo!! y que bien puesto esta el golpe... ouch!
ReplyDeleteDiscrepo con que el argentino promedio es estatista por naturaleza. No tengo dudas que es estatista, pero creo que es por formación. Son décadas y décadas de adoctrinamiento implacable en tal sentido sin contrapeso relevante en ningún plano.
ReplyDeleteY la distinción me parece que no es menor u otro modo de decir lo mismo, porque la afirmación de que se es estatista por naturaleza resulta fatalista, irreversible. Quita la esperanza de modificación, y no ayuda a producir el efecto que sugiere Louis.
Pablo