¿El proteccionismo, comercial, industrial o “cultural”, se pone en práctica para favorecer a los más eficientes y competitivos o a los mediocres y corruptos?
Los argentinos, como los habitantes de tantos otros países a los que les va como a Argentina, llevan el mercantilismo en el alma:
Si el producto es bueno la gente lo va a ver igual. Si el producto es un bodrio, ya resulta suficiente que lo filmen y produzcan con el dinero de los que pagamos impuestos. Y que esos fondos sean otorgados con mucha discrecionalidad y poca transparencia, como para que, encima, intenten obligarnos a verlo. Dinero que, por supuesto, podría tener fines más “progres” que el engrosar los bolsillos, no sólo de grandes talentos, sino también de mediocres de diverso origen que, con el pretexto de “lo nacional y popular” lucran con fondos públicos.
Los proteccionistas siempre buscan ver cómo pueden perjudicar a los consumidores. Si nadie ve películas argentinas, hacemos que las vean por la fuerza poniéndolas en una ley.
ReplyDeleteLo leí en Perfil, está bueno pero no puedo creer que a esta altura siga siendo necesario argumentar en ese sentido. No creo que pase por ahí el asunto, yo ya perdí la paciencia.
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