En este prestigioso blog siempre leo las quejas de los hombres argentinos expatriados que afirman con nostalgia que no hay mujeres como las argentinas, etc., etc., etc... Bueno, el otro día salía de una tienda y terminé de elaborar mi teoría al respecto. ¿Saben de quién (o de quienes) es la culpa de este fenómeno? de los hombres. ¡Si señor!
En la Argentina, los hombres piropean a las mujeres por la calle y eso hace que se sientan más lindas. Y, como bien saben todos, esta es la principal causa de la belleza exterior de la mujer: saberse linda. Pero en estos países con resabios puritanos (como los EEUU) los hombres no dicen piropos y las mujeres no tienen la oportunidad de sentirse "especiales" y "lindas" y por consiguiente se dejan estar.
Así que, queridos amigos, si quieren ver mujeres lindas a su alrededor empiecen a piropearlas y verán los resultados. Empiecen por las que tienen cerca y si alguna se siente acosada, échenle la culpa a la cultura hispana de la que proceden. Si lo hacen al mejor estilo argentino (casi siempre con altura y caballerosidad) no creo que ninguna lady se oponga.
Ya que Fiura se fue, Gabriela sabe mucho y Raquel ahora escribe sólo para Rubén & Co, yo les paso el secreto de cómo funciona la mente femenina.
Dolores
No me gusta la costumbre del piropo, debo admitir. Acá los caballeros ni miran de reojo a las chicas que en cuanto empiezan los calores salen a la calle casi en traje de Eva.
ReplyDeleteaca hay Texanas tetonas
ReplyDeleteDolores, como pertenezco a la generación de porteños que crecieron piropeando a las mujeres, me ha sido fácil mantener el hábito. Me refiero al verdadero piropo, a ese que busca hacer que la mujer se sienta halagada y que no intenta ser un instrumento para el levante sino, simplemente. un elogio educado. Los seudo piropos groseros son sólo divertidos para lo hombres groseros y ofenden a cualquier mujer, como bien sabrás.
ReplyDeleteLamentablemente, en algunas partes de Europa si le decís un piropo a una mujer podés terminar insultado o acusado de acoso aunque no hayas dicho ninguna grosería. Las argentinas no han llegado a ese nivel de estupidez, gracias a Dios.
Es cierto que las gringas no están acostumbradas a que las piropeen, pero las brasileñas tampoco y menos las venezolanas.
Eso me ha provocado alguna situación incómoda porque me ha ocurrido que la señorita objeto del piropo se me ha acercado para agredecérmelo y ¡andá a explicarle que sos casado y que sólo era una cortesía bien intencionada!
Igual me sacrificaré y seguiré piropeando. Ser un caballero porteño exige correr ciertos peligros, pero vale la pena alegrarle el ánimo a una mujer a la que, tal vez, hace rato que el novio o marido no le dice nada lindo.
es leemmmdo el piropo!!! Igual yo me sigo poniendo colorada cuando me dicen alguna cosita.
ReplyDeleteMe perdì con eso de que yo se mucho... mucho de què?
Coincido con Louis. No me gusta el piropo.
ReplyDeleteAdemás creo que es una costumbre bastante latina. Mucho dicho y poco hecho.
una cosa es la guarangada y otra cosa es el saludito con sonrisa.. no dramaticemos.. que siempre hay un tèrmino medio.
ReplyDeleteCoincido con el enmascarado.. una vez a la salida del subte un payaso de esos medio bobos que venden cosas andaba a los gritos repartiendo panfletos y cuando me dio uno diciendo por lo bajo alguna cosita linda yo le sonreí amablemente y el tipo arrancò a los gritos:
venn?? las mujeres de la linea D al menos sonríen!! Sserà que tienen todos los dientes y no como las de la B donde estuve ayer!!
me hizo largar la carcajada.... el piropo creativo, que te saquen una sonrisa es lo mejor que te puede pasar.
Aguanten los enmascarados!! Aguante el piropo galante!
tiene razon Gabriela (la Sabia), te arrancan una sonrisa y una sigue por la vida sonriendo y expandiendo la buena onda...
ReplyDeleteMr. Masked confio en que mantenga el fuego sagrado...
Dolores, yo de sabia tengo lo mismo que de relatora de cuentos sufìes.
ReplyDeleteLo mío pasa más por comer galletas de la suerte, algún que otro bacci de perugina y usar un buen corpiño.