Estoy en las antípodas de personajes como Pepe Mujica y tengo mis serias dudas sobre si mantendría su moderación si llega al poder en Uruguay pero no puedo dejar de destacar el contraste entre sus declaraciones y los eslóganes de volante de centro de estudiantes del kirchnerismo y sus alcahuetes.
La Argentina kirchnerista atrasa 50 años.
Si un político como Mujica fue capaz de cambiar, por lo menos en el discurso, ¿cómo es posible que los argentinos no puedan salir del delirio del socialismo nacionalista, circa 1947?
Para nosotros, acostumbrados al setentismo del matrimonio decadente, lo de Mujica es ciencia ficción. Que envidia.
ReplyDeleteQué envidia, realmente.
ReplyDeleteIgual, si hay segunda vuelta pierde.
ReplyDeleteDarío, más allá de que gane o no las elecciones, creo que en general el discurso político en Uruguay está varios niveles de racionalidad más arriba que el de Argentina.
ReplyDeleteMariano Grondona ha solido destacar y ponderar la cultura cívica de los uruguayos. Aunque cueste distinguir un uruguayo de un argentino al escucharlo hablar, parece que hay una distancia entre el comportamiento cívico de los uruguayos y el de los argentinos.
ReplyDeleteTodo bien con el "Pepe", pero yo quiero que el próximo presidente de Uruguay sea el "Cuqui" Lacalle.
ReplyDeleteAndrés
Yo igual tengo desconfianza, pareciera que no, pero Chávez repudiaba el gobierno de Cuba durante la primera campaña presidencial.
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