Me parece que el argento promedio no tiene la menor idea, ni le interesa, de lo que le va a costar al país recuperar la credibilidad de las estadísticas públicas. Los años kirchneristas quedarán para siempre como un agujero negro en la serie histórica.
Tengo conocidos que hasta hace poco me decían que era un exagerado total, un obsesivo, porque ¿para qué sirven las estadísticas?
Ni siquiera se dan cuenta de que lo que se puede medir se puede mejorar.
No creo que ningún gobierno post-kirchnerista se sincere para el futuro ni para el pasado. Habría que pagar mucho ajustando los números.
ReplyDeleteLa destrucción es terrible, pero peor aún es la ausencia de un verdadero rechazo a todas estas monstruosidades, eso es cien veces más grave.
ReplyDeleteMuchachos, al argentino promedio no le interesan estas cosas: piensa que se puede solucionar todo mediante "atajos" y no haciendo lo que hay que hacer.
ReplyDeleteTampoco le importa si países vecinos como Chile, Perú o Colombia negocian Tratados de Libre Comercio entre sí o con otros países del mundo. El argentino promedio vive encapsulado y no ve más allá de sus narices.
Andrés
Andrés, qué “tratado de libre comercio”, el argento promedio cree que el comercio equivale a robo de riquezas.
ReplyDeleteLuis, para contestarte, lo hago con estas palabras de Jorge Batlle:
ReplyDelete"El idioma que hablan (los argentinos) no existe más en el mundo".
Andrés
Andrés, sí existe, existe en todos los países pedorros del mundo a los que les va como Argentina, como Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia.
ReplyDeleteLuis, pensá que el hecho de que el país esté aislado del mundo y del comercio exterior hace que el argentino promedio tenga una visión distorsionada de lo que es el mundo.
ReplyDeleteAún cuando la opinión pública crea que "el libre comercio es para robar nuestras riquezas (¿Cuáles?)", si el país empezase a abrirse el mundo la mentalidad debería empezar a cambiar, aunque en el caso de Argentina va a costar mucho, muchísimo.
Somos un país de eternos adolescentes y así nos va.
Andrés
El principal obstáculo es el modelo productivo, que aísla a la Argentina comercial, industrial y culturalmente del mundo.
ReplyDeleteLa gente no sabe las porquerías que consumimos acá a diferencia del resto del mundo, hecha la salvedad, y hasta por ahí nomás, de la carne.