Más sobre la corrupción buena, la digna, la nacional, popular y progresista, la que beneficia al pueblo, de Emilio Cárdenas.
Supongo que en algún momento terminarán de entender que el nivel de corrupción es directamente proporcional a la discrecionalidad de los funcionarios:
Desde hace rato vengo insistiendo que una de las características más típicas (realmente de las que son “esenciales”) de los gobiernos “bolivarianos” es la ola de corrupción que los afecta, en todas partes. Sin límites, ni vergüenza alguna por parte de sus actores. Los casos escandalosos explotan y se acumulan, uno tras otro. Como si no pudieran gobernar sin robar. Pero los políticos “bolivarianos” no se inmutan. La imaginación, en esto, no tiene límite; todo vale cuando de quedarse con lo ajeno (con frecuencia burdamente) se trata.
Si la gente sigue votando a los mismos oportunidad tras oportunidad, sin dudas es porque esto le gusta.
ReplyDeleteLes encanta.
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