Oct 18, 2009
Coparticipación
Cómo pegó en la tecla el profesor Ávila en su último artículo, el origen de la pobreza de Argentina tiene gran raíz (entre otras cosas) en la coparticipación de impuestos. Mientras el que gasta no es el que recauda, no hay incentivos a gastar menos. El que va a comer a un restaurante con amigos y se acuerda pagar "a la romana", el que que pide el plato más barato sale perdiendo. Los incentivos te dicen a gritos que pidas el plato más caro, y eso hacen los gobernadores.
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Lo comentaba la vez pasada. Parece mentira que en Argentina se siga debatiendo si el sistema de gobierno debe ser unitario o federal.
ReplyDeleteMe lo perdí, estas semanas fueron muy intensas, me estoy poniendo al día.
ReplyDeleteEl sistema argento es el siguiente: federal para gastar, unitario para recaudar.
ReplyDeleteen realidad no importa que tan federales se sientan algunos antes de llegar al poder.
ReplyDeleteal final todos acentúan el unitarismo.
porque?
porque todos los políticos quieren aumentar su poder personal, o sea, centralizar, lo que lleva al unitarismo.
Reitero la propuesta que hice en el blog de Jorge Ávila:
ReplyDeletePara mí, reforma constitucional mediante, el Gobierno Federal debería financiarse por medio de:
-Derechos de importación y exportación (aunque prefiero que ambos sean del 0%, como ya dije antes).
-Contribuciones sobre consumos específicos (impuestos internos) establecidas por medio de una Ley del Congreso Nacional. -Venta o locación de tierras de propiedad federal.
-Empréstitos y operaciones de crédito que decrete el mismo Congreso para urgencias de la Nación, o para empresas de utilidad nacional. (Saqué del artículo 4 de la Constitución las rentas de Correos)
-Los impuestos directos y los demás tributos indirectos los dejaría en manos de los gobiernos provinciales.
Andrés
Andrés, ¿hace falta tocar la constitución para cambiar el sistema impositivo y/o de coparticipación? Yo creo que no.
ReplyDeleteMoebius, El “modelo” a seguir para generaciones de políticos nacionales y populares, por lo menos en el discurso, fue el centralismo y la planificación estatal de Francia. Alfonsín lo decía siempre. Es un sistema absolutamente incompatible con el federalismo.
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