La oposición (o parte de ella) promete derogar la estatización de los medios después de la renovación del congreso en diciembre.
¿Qué dicen ustedes, lo van a hacer, o por lo menos intentar?
He aquí una rara oportunidad de comprobar fehacientemente si la marcada tendencia al socialismo nacionalista es exclusiva del kirchnerismo, sus seguidores y eventuales aliados o si el problema es mucho más grave e involucra a un amplio sector de la sociedad.
Cuanto mas cerca esten las elecciones del 2011, mas le va a gustar esta ley a la oposición. A muchos gobernadores les encanto la formula empleada, atan a la prensa nacional y dejan intocados los monopolios locales.
ReplyDeleteMe sorprendería muy gratamente que la corporación política argentina derogue una ley que no sólo les viene como anillo al dedo sino que comparten ideológicamente.
ReplyDeleteSi hacen cambios, sólo serán cosméticos, y para favorecer a los amigos de ellos.
ReplyDeleteAcá la libertad siempre pierde.
Luis, el problema es mucho más grave. Un amplio sector de la sociedad se come los argumentos que les tiran. Además, los pasan en el medio de los partidos de futbol, así que por qué dudar.
ReplyDeleteFigarillo, el argento promedio compran los argumentos porque los comparte 100%. Es lo que le sale del alma.
ReplyDeletenada sale del alma, están precondicionados por influencias externas.
ReplyDeleteGuillermo, somos lo que hacemos. Para los fines prácticos es lo mismo.
ReplyDeleteLouis,
ReplyDeleteEn mi opinión, el argentino promedio compra los argumentos que se venden como consenso del momento en el país, y más si los argumentos son populistas como los actuales, porque son mucho más fáciles de comprar.
Así como en los 90 a la inmensa mayoría le parecía aceptable la convertibilidad y su ingreso personal, en el 2002 y 2003 la inmensa mayoría estaba convencida que la convertibilidad había sido una fantasía y no podían tener esos ngresos, para despúes de unos pocos años creer que habían crecido a tasa chinas como nunca en la historia y eran tanto o más prósperos que en los 90.
Pablo
Pablo, las reformas de los 90 fueron aceptadas muy a regañadientes por millones de argentos, sobre todo de la gran clase media progre, porque creían que no había más remedio.
ReplyDeleteEl gran logro de Duhalde – Kirchner fue “demostrar” que en realidad siempre existió una alternativa, que era posible hacer mal las cosas y obtener resultados buenos.
Ni en las mejores épocas de las reformas de los 90 se dio el entusiasmo desenfrenado, la euforia descontrolada, que genera siempre la rebeldía sin causa del socialismo nacionalista.
Louis,
ReplyDeleteLo que mencionás, que comparto en parte, no niega que el argentino promedio compra lo que le venden como consenso en cada momento, usando razones ad-hoc.
Quizás la convertibilidad no haya despertado ese entusiasmo que decís. Yo en cambio creo que fue un entusiasmo diferente, menos ruidoso. Recordemos por ejemplo el furor de comprar todo en cuotas, incluso propiedades que antes de esa época nadie vivo recordaba, o tener servicios que hasta los 80 solo exitían en la "argentina año verde" del viejo programa cómico. De hecho, hasta el final de los 90 la convertibilidad era la consigna ganadora de elecciones, y excepto Duhalde (que así perdió) ningún político con aspiraciones a ganar algo sostenía su derogación, y mucho menos que era una fantasía.
Sí comparto contigo que las respuestas de tipo socialismo-nacionalista son muy generalizadas, pero en mi experiencia solo una minoría la hace de un modo más o menos racional; en el resto- para mí la mayoría- es una repetición de slogans con menos convicción que volumen de voz.
Pablo
Puede ser, Pablo. Yo sigo creyendo que el socialismo nacionalista despierta pasiones que tienen mucho que ver con la fantasía de que el respeto por la ley, los contratos y el derecho de propiedad es de sometidos y explotados. Los auténticos machos indómitos se pasan el estado de derecho por ya sabes dónde.
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