Una prueba más de que si en cualquiera de los tres niveles de gobierno de Argentina se elimina el 60% de la burocracia de forma aleatoria la administración del país sería considerablemente más eficiente.
¿Para qué sirven los ñoquis del “Instituto Nacional contra Discriminación, la Xenofobia y el Racismo”?
Para seguir desparramando disparates revisionistas históricos, siempre y cuando sean contrarios a la modernidad y reafirmen la corrección política.
Si mal no recuerdo, Sebreli en su libro "Crítica de las ideas..." notaba que el Dia de la Raza fue más bien una maniobra cultural dirigida contra los "nuevos" inmigrantes, los no-españoles, para recordarles que ellos habían llegado primero.
ReplyDeleteDe los indios, ni mu.
No tengo el libro a mano, lamentablemente, pero tal vez otro lector lo recuerde mejor.
Yo también pienso lo mismo: ese "INADI" no sirve para nada...y quien lo preside mucho menos (la impresentable de Lubertino).
ReplyDeleteAndrés
No sabía, Klaus, me voy a fijar.
ReplyDeleteEs de terror, Andrés.
ReplyDeleteEn los Jardines del Buen Retiro en Madrid hay una placa que dice: «La colectividad Española de la República Argentina al Presidente Dr. Don Hipólito Yrigoyen, Creador del Día de la Raza en América». Y está copiado el decreto del 4 de octubre de 1917 por el que se declara fiesta nacional el día 12 de octubre.
ReplyDelete«El antiimperialismo ético espiritualista estaba estrechamente ligado a la hispanofilia que, oponiéndose a la hispanofobia del siglo XIX, comenzó a desarrollarse a partir de los años diez y se reforzó en los veinte con la llegada del embajador Ramiro de Maetzu, propulsor de la unión espiritual de España e Iberoamérica "bajo el estandarte de la cruz y la espada". La adhesión de Yrigoyen a esa tendencia se manifestó, entre otras actitudes, con la implantación, en 1917, del "Día de la Raza" que, implícitamente, excluía a quienes no pertenecían a la raza latina, más específicamente hispánica». («Crítica de las ideas políticas argentinas» de Juan José Sebreli, Editorial Sudamericana, Sexta edición, 2003, pág. 122).
Quienes dicen reivindicar el acervo cultural de los aborígenes han sustituido la palabra «aborigen» por «originario». Pero estas palabras no son sinónimas. Originario significa «que trae su origen de algún lugar, persona o cosa». En cambio aborigen significa «primitivo morador de un país, por contraposición a los establecidos posteriormente en él».
ReplyDeleteInfobae dice «en aldeas guaraníes de Misiones se conmemoró ayer el "Último Día de Libertad de los Pueblos Originarios de América"». Aquí se aclara «originarios de América». Pero el delegado del Inadi, Julio Accavallo, dijo: «Si bien para algunos el cambio de denominación del 12 de Octubre es un acto simbólico, para los pueblos originarios significa mucho porque es un reconocimiento ante la injusticia y el genocidio que se cometió».
¡Qué contradicción que quien dice reivindicar a los aborígenes no los llame por su nombre y use un eufemismo para mencionarlos!