Nov 16, 2009

Hotel de los Inmigrantes, parte 2









Siguiendo con lo que fue esta vivencia en el Hotel de los Inmigrantes, les cuento algo mas de su rica historia que solamente quienes la vivieron han sentido realmente sus quiebres emocionales, alegrías por la nueva patria, tristezas por alejarse de sus seres queridos y su tierra natal. Si a uno lo emociona recorrer pasillos, salones que eran de albergue, comedor, dormitorios, lo que habrá sido para los Inmigrantes, por saber qué se encontrarían aquí.

Al llegar al Hotel y luego de un control sanitario y ser anotados en los registros nacionales, era la colocación laboral y la instrucción de oficios. Los Inmigrantes contaban con salas de lectura, mapas de la República Argentina, libros donde encontraban temas sobre las riquezas naturales, exposición de máquinas agrícolas para que las puedan usar, cursos de idiomas. El hospital de Inmigrantes fue un centro modelo ya que contaba con los adelantos mas sofisticados de la época, ya sea por la tecnología como del plantel de médicos, con 24 horas de atención para quién así lo solicitara o necesitara.

Si bien la estadía en el Hotel era de paso, se cumplían horarios y, por ejemplo, las celadoras los despertaban muy temprano. El desayuno consistía en café con leche, mate cocido y pan horneado en la propia cocina del Hotel. Las mujeres se dedicaban a los quehaceres domésticos, como el lavado de la ropa o el cuidado de los niños, mientras que los hombres gestionaban su colocación en la oficina de trabajo. Al toque de una campana, los Inmigrantes se agrupaban en la entrada del comedor, luego entraban y se instalaban en las largas mesas a esperar el almuerzo. El mismo consistía en plato de sopa abundante, guiso con carne, puchero, pastas, arroz o estofado.

A los niños se les daba una merienda a partir de las 3 de la tarde y a partir de las 6 comenzaban los turnos para cenar. Luego, a partir de la 7 de la tarde se podía pasar a los dormitorios ya que después de su limpieza por la mañana permanecían cerrados.

Tenían un novedoso sistema de identificación personal, ya que se les entregaba un número con el cual podían entrar y salir del Hotel y así conocer parte de la ciudad.

El alojamiento gratuito era por 5 días por estricto reglamento, salvo que por enfermedad o por no haber conseguido empleo podía extenderse.

"Millones de Inmigrante llegaron entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Uno se pregunta que los llevó a dejar todo para ir a un mundo promisorio pero a la vez desconocido".

El Gran Alberto

(Parte 1)

1 comment:

  1. ¡Sumamente interesante el post!

    La identificación personal que les daban en el Hotel es la que transformó los apellidos árabes impronunciables para los criollos en nombres españoles que pasaron a cumplir la función de apellidos, como es el caso de los ancestros de Lorenzo Miguel, Jorge Antonio, etc., etc.

    ReplyDelete

Note: Only a member of this blog may post a comment.