Muy interesante trabajo del Mingo, para todos los que siguen creyendo en las soluciones mágicas y que consideran que con una devaluación se salvan.
No me queda la menor duda, si a fines de 2001 le hubieran entregado un bono (o lo que sea) a los tenedores de depósitos en dólares y NO se hubiera salido de la caja de conversión, en país estaría infinitamente mejor y se hubieran ahorrado un tendal de miseria y sufrimiento:
En el artículo que he preparado para la edición del próximo domingo del suplemento Economía y Negocios de la Nación, argumento que estos datos demuestran que el período de la convertibilidad: 1991-2001, el desempeño exportador de Argentina superó ampliamente al de Brasil y Chile. Por el contrario, contradiciendo en forma elocuente la teoría de que se necesita una moneda subvaluada para ganar competitividad, los datos muestran que entre 2002 y 2009 las exportaciones de Brasil y de Chile crecieron mucho más que las de Argentina. Buen ejercicio práctico para que los profesores del Plan Fénix pidan explicaciones a sus alumnos de economía sobre las razones de esta aparente paradoja.
Creo que el único obstáculo serio que tuvo con el corralito, o más bien un escollo insalvable, fue (y sería también hoy) el gran porcentaje de economía extraoficial (en 'negro', bah). Sin poder enunciarlo abiertamente, la resistencia fue silenciosa pero determinante.
ReplyDeleteNo se puede exportar sin inversiones. Desde 2002 nadie invierte un peso.
ReplyDeleteYo sigo creyendo que el “corralito”, que fue un chiste comparado con el “corralón” de Duhalde, se hizo para salvar a los bancos oficiales, léase Nación y provincia de BA.
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