No hay caso, en Argentina la culpa siempre la tienen los demás. Obama, Brown y Harper se levantan todos los días a las 5 de la matina y se unen a la videoconferencia para decidir cómo pueden garcar al país.
Así como para Hugo Chávez cualquier desgracia olía a "azufre", símbolo del demonio estadounidense, para el kirchnerismo todo huele a derecha. Incluso los campamentos piqueteros que crecen en torno de las oficinas gubernamentales para reclamar participación en los planes sociales; las críticas que cada tanto dirigen obispos católicos por la pobreza y el hambre; las denuncias de intervencionismo estatal y de ataques a la propiedad privada que ahora lanza la Unión Industrial Argentina; las quejas del campo; la angustia del conurbano bonaerense por el estado de inseguridad, convertida para voceros del oficialismo en una suerte de sensación propia de gente derechosa; los rezongos de los sectores medios por los aumentos de precios, y hasta las demandas de los gobiernos provinciales frente a sus emergencias fiscales.
La foto me hizo acordar a esa antigua tonada que empezaba... "Si me mandan al banco, voy contento ..."
ReplyDeleteCalifica para un tag, me parece.
La señorita de la foto, como la Argentina kirchnerista, está sola y sufre en silencio.
ReplyDeleteA los Kirchner sólo se los puede analizar desde el punto de vista siquiátrico.
ReplyDelete¿Qué está esperando esa pulposa señorita? ¿Un baldazo de agua? ¿Un subsidio? ¿Un señor generoso? ¿Un...?
ReplyDeleteSPLASH!
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