Pero, como decía mi abuelo, sarna con gusto no pica.
Yo creo que Argentina está condenada, no por determinismo histórico sino por elección propia, a seguir pasando ad eternum por períodos de vacas flacas y de vacas gordas, con simpáticos rumiantes cada vez más flacos y cada vez menos gordos. Seguramente habrá algunas administraciones más racionales que otras que acumularán y una gran mayoría que se dedicará al consumo populista de lo acumulado. Los ciclos del país seguirán muy atados a los precios de los productos primarios que exporta. Con un poco de suerte, Argentina debería ser capaz de salir de la situación de monocultivo a la que la llevó el kirchnerismo.
La decadencia será lenta, algunas veces más que otras, pero sostenida. Más por necesidad que por virtud o proceso de aprendizaje, habrá algunos intentos por volver a la racionalidad que durarán hasta que la corporación política, apoyada por la gran mayoría del electorado, perciba que ha salido del brete y puede volver a gastar. Si tienen suerte y aprendieron la lección, ya no se producirán quiebres traumáticos al estilo de diciembre de 2001. Los períodos de acumulación serán cada vez más cortos, cada vez se podrá acumular un poco menos que el ciclo anterior y los de consumo durarán cada vez menos. El resultado final les mostrará que cada generación es sistemáticamente más pobre que la anterior.
Hasta los primeros años de la década del 70, el nivel de ingresos de la clase media urbana argentina era comparable al del sur de Europa. En la década del 90 el objetivo era alcanzar el ingreso por habitante de España para el Bicentenario de la Revolución de Mayo. En los 00 los argentinos sueñan con algún día alcanzar el nivel de madurez institucional de Uruguay. Un día se levantarán y se darán cuenta de que en Paraguay no la pasan tan mal.
En la carrera por el progreso y el crecimiento, nos estamos quedando cada vez mas relegados, sobre todo en latinoamérica. Primero Brasil y Chile, en este último tiempo Uruguay y Perú...En los 90' casi nadie iba a Santiago de viaje. Hoy la gente que va vuelve fascinada por el nivel de vida y de civismo que muestra la capital chilena. Pero no importa, nosotros con la nuestra vamos a darle para adelante, alguna vez va a salir bien, como dicen.
ReplyDeleteY comparto, seguimos en estos ciclos en forma de W pero a niveles cada vez mas pobres, simplemente porque la psicología y la mentalidad de nuestra sociedad así lo quiere
"Un día se levantarán y se darán cuenta de que en Paraguay no la pasan tan mal". Muy bueno, Louis...y muy triste a la vez!
ReplyDeleteLa sensación que me quedó de Río en los 90 fue de una ciudad muy venida a menos, todo de la década del 70, viejo, sin mantenimiento, pasado de moda. Absolutamente nada que ver con BA. Parecía un decorado de la serie UFO.
ReplyDeleteEn esos mismos años se notaba un catch-up muy interesante con Santiago.
Fede, no te sorprendas si pasa dentro de muy poco.
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