¿Kirchner realmente cree los delirios que dice o es todo una mascarada para tratar de mantenerse en el poder a como dé lugar, aprovechando la tendencia del argento promedio a explicar la realidad a través de teorías conspirativas?
En lugar de tanto análisis psicológico, te digo lo que pienso:
Kirchner es el clásico capanga, el tipo inescrupuloso (como todo político) que aprende a prueba y error como llegar y como evitar caerse. Esto lo hace desde sus ideas de universitario, que eran las del "peronismo de izquierda" setentista, anque montonero, esa mezcla ridícula e infinitamente contradictoria.
Al tipo, aplicando esas ideas, que le dicen quienes son los malos, quienes los buenos y qué hay que hacer, mezcladas con la falta de escrúpulos del político, le ha ido fantástico. Llegó de intendente a presidente en poco tiempo.
Y no sólo eso, como presidente le fue en forma maravillosa por años haciendo lo que siempre hizo, lo que respondía a sus ideas trasnochadas y absurdas, poniéndoles la tapa a todos los "neoliberales", al FMI, a los economistas, a los opositores, a los gobiernos extranjeros, etc, etc.
Ahora las cosas empiezan a salir mal, el "modelo" de naipes empieza a resquebrajarse. Nosotros sabemos por qué, porque se quedó sin plata, así como le fue bien mientras pudo repartir a diestra y siniestra.
¿Cuál es su reacción? Reconocer la verdad implica reconocer que sus ideas y sus procedimientos, las que lo llevaron a la cumbre y lo mantuvieron allí por años, son falsas, que toda su vida exitosa más allá de sus sueños estuvo fundada en una mentira, en una tontería.
Es muchísimo más fácil imaginarse una conspiración de grupos y personas que no lo quieren, a quienes ha perjudicado con saña, a quienes sus ideas identifican como los malos, que aceptar su enorme fracaso.
No es tan difícil de imaginar, el caso de Alfonsín no fue muy diferente.
En lugar de tanto análisis psicológico, te digo lo que pienso:
ReplyDeleteKirchner es el clásico capanga, el tipo inescrupuloso (como todo político) que aprende a prueba y error como llegar y como evitar caerse. Esto lo hace desde sus ideas de universitario, que eran las del "peronismo de izquierda" setentista, anque montonero, esa mezcla ridícula e infinitamente contradictoria.
Al tipo, aplicando esas ideas, que le dicen quienes son los malos, quienes los buenos y qué hay que hacer, mezcladas con la falta de escrúpulos del político, le ha ido fantástico. Llegó de intendente a presidente en poco tiempo.
Y no sólo eso, como presidente le fue en forma maravillosa por años haciendo lo que siempre hizo, lo que respondía a sus ideas trasnochadas y absurdas, poniéndoles la tapa a todos los "neoliberales", al FMI, a los economistas, a los opositores, a los gobiernos extranjeros, etc, etc.
Ahora las cosas empiezan a salir mal, el "modelo" de naipes empieza a resquebrajarse. Nosotros sabemos por qué, porque se quedó sin plata, así como le fue bien mientras pudo repartir a diestra y siniestra.
¿Cuál es su reacción? Reconocer la verdad implica reconocer que sus ideas y sus procedimientos, las que lo llevaron a la cumbre y lo mantuvieron allí por años, son falsas, que toda su vida exitosa más allá de sus sueños estuvo fundada en una mentira, en una tontería.
Es muchísimo más fácil imaginarse una conspiración de grupos y personas que no lo quieren, a quienes ha perjudicado con saña, a quienes sus ideas identifican como los malos, que aceptar su enorme fracaso.
No es tan difícil de imaginar, el caso de Alfonsín no fue muy diferente.