Ya lo comenté antes. No termino de entender del todo por dónde pasa la fijación de tantos argentinos por que el país figure, aunque sea de la manera más absurdamente rebuscada, en el deporte profesional internacional.
Encuentran a un jugador canadiense de fútbol de EEUU con algún antepasado argentino para venderlo como “la presencia argentina” en la final de ese deporte. Tal vez deberían proponer una reforma para que Argentina deje de lado el principio de jus soli y adopte el de jus sanguinis.
¿Hace falta caer en ese nivel de ridículo? Yo creo que no.
Argentina tiene una muy destacada trayectoria deportiva, brilla por luz propia. No tiene necesidad de manotear pajitas de escoba en el medio del mar.
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