Lo peor de todo es que, más allá del
desastre que dejan los Kirchner, yo no veo ningún proceso de aprendizaje. Y no hablo del argento de a pie, mucho más preocupado por el fracaso ajeno que por el éxito propio, sino de la corporación política, que ya a esta altura debería haber desarrollado algún anticuerpo. Después de todo, lo que está en juego es nada menos que su supervivencia.
Está muy bueno el artículo de Espert, excepto la parte en la que habla del peligro de atraso cambiario. ¿Realmente existe ese peligro? ¿No sabe que en Brasil, Uruguay y Chile los precios en u$s están mucho más altos que acá? Acá, a ocho años de la devaluación, todavía no se actualizaron las tarifas de servicios públicos. Recién después de ese sinceramiento (que le va a tocar al gobierno siguiente, si es que no decide seguir con este modelo deficitario e inviable) tal vez podamos empezar a hablar de un eventual peligro de atraso cambiario.
ReplyDeleteFede, Yo tomo con pinzas lo de Espert. Es de los que solucionan todo con devaluaciones.
ReplyDeleteSi esto no termina en hiperinflación, Dios es argentino.
ReplyDeleteNo leí el artículo de Espert pero, Louis, no hay aprendizaje porque -creo- la gente está convencida que si nos va mal es porque "arriba son uno ladrone todo", no porque el modelo sea estructuralmente nefasto. Fijate que no tenés dirigentes que puteen contra el modelo. El robo de las AFJPs no pasó raspando por el Congreso, fue aprobado con varias anuencias importantes. Por la modificación de la Carta Orgánica del Central que están motorizando ahora, tendrías que escucharlo al Ricky Alfonsín y se te ponen los pelos de punta: quiere el Central igual que su papi, para llevarnos a otro descontrol apoteotizado en hiperinflación. Lo que digo es que, tanto el oficialismo como en BUENA PARTE del arco opositor, difieren en las formas, pero básicamente no en el fondo. Se pelean por cuestiones anecdóticas o superficiales, pero son TODOS mercantilistas acérrimos, con cada uno más que ansioso por aplicar su "recetita" que, como vos siempre decís, "seguro que esta vez funciona".
ReplyDeleteEs triste.
JL
Comparto, JL, las diferencias son de forma. Después de Kirchner van a votar a alguien que haga funcionar el “modelo”.
ReplyDeleteSi considerás la corporación política como entidad, sus incentivos apuntan directamente al fracaso.
ReplyDeleteCuanto más se empecinan en fracasar, más demanda de políticos hay y más dispuesto esta el argentino promedio a ceder poder.
Te das cuenta cuando hablas con alguno. Reconocen que esta todo mal, y a continuación postulan que la inevitable solución pasa rescatar del ridículo algún político previamente incinerado.
Me cansé de escuchar siempre lo mismo:
y a quién podemos votar?
Todos esperan al mesías.
G. Max, haciendo las cosas medianamente bien tendrían margen para eternizarse en el poder. Fijate lo que pasa en Brasil o Uruguay.
ReplyDeleteEl nivel de incompetencia es fenomenal.
José Luis, otro gran ejemplo de lo que decís estuvo en la votación por el impuestazo tecnológico, a fines del año pasado. Se aprobó por mayoría abrumadora. Un impuesto nefasto y con una justificación realmente ridícula.
ReplyDeleteLouis, si, pero esta visto que haciendo las cosas completamente mal también se eternizan en el poder. Y en un poder mayor y creciente.
ReplyDeleteVos me das ejemplos de países donde el habitante promedio es más sano mentalmente. Acá tenemos una especie de epidemia de una patología sádico-masoquista.
Mi punto es que aún si el objetivo es robar, te conviene toda la vida una economía que crece en un país estable a una que se achica en medio de crisis políticas crónicas.
ReplyDeleteLa clase política argentina, al igual que los argentinos de a pie, son como el escorpión cruzando el río arriba de la rana. No pueden con el genio.
Louis, esta claro tu punto. Desde el punto de vista de maximizar ganancias a través del robo, ese es el camino.
ReplyDeleteEn mi opinion el objetivo que tienen no es robar, al menos no por el robo en sí. En todo caso lo hacen como una forma más de hacer daño, que es lo que realmente buscan, porque es lo que les produce satisfacción.
Fijate en las declaraciones de Fernandez, Conti, etc. Les encanta mentir, provocar, tergiversar la realidad, lo disfrutan, los hace sentir bien.
Yo creo que es una mezcla muy peligrosa de dogmatismo ideológico, ignorancia y odio/rencor/resentimiento. La corporación política busca eternizarse en el poder, el robo es un subproducto, y está convencida de que el camino es el socialismo nacionalista.
ReplyDeleteLlevan el mercantilismo en el alma, lo mamaron desde chicos. La economía es una ecuación de suma cero y la realidad se explica mediante complots. Saben que eso de elegir ganadores, de mercados cautivos y “empresarios” prebendarios es garantía de corrupción e ineficiencia, pero te dicen que es preferible un empresario argentino corrupto e ineficiente a uno extranjero honesto y eficiente porque por lo menos “la plata queda en el país”.
La mentira aparece por la necesidad de justificar lo que a todas luces son fracasos tras fracasos. Son cuestiones viscerales, muy difíciles de refutar con hechos.
Vuelvo con lo mismo que puse en otro comentario: Creo que todo está ligado con la instrucción/educación.
ReplyDeleteSi a la desidia y el resentimiento innatos del argentino común le añadimos ignorancia con comodidad se forma ese cóctel explosivo que es hoy el votante-ciudadano promedio.
Es más fácil dejar que otros hagan y piensen por uno, con las consecuencias conocidas.
Genera menos culpa ser ignorante que negligente.
Entonces esa es la postura que todo el mundo asume, la de desconocer, la de decir no entiendo nada de política, no me involucro, no me interesa... sin darse cuenta que esa ignorancia voluntaria ES negligencia.
Además que siempre es más lindo hablar de derechos que de obligaciones, no?
Y esa es la papilla que se le da de comer -desde hace años- a la mente de un votante argentino, que no lee, no se instruye y no tiene un aprecio sincero por los verdaderos valores de la vida.
"...el que no llora no mama y el que no afana es un gil..."
:(
I need a cup of coffee.
"Mi punto es que aún si el objetivo es robar, te conviene toda la vida una economía que crece en un país estable a una que se achica en medio de crisis políticas crónicas."
ReplyDeleteEl objetivo del político es el mismo que el de cualquier otro ladrón: maximizar beneficios minimizando costos y riesgos, individualmente. Eso, en Argentina, se logra robando lo más que se puede, mientras dura la "gestión". Pero no es la naturaleza del argento, sino del estado (todos los estados, a la larga, caen por su propio peso).