Feb 9, 2010

Un país de ciencia ficción

Se conoce otro complot para asesinar a la esposa de Kirchner. Los grandes intereses creados no la dejan gobernar, pobre.

Esta vez es un médico boliviano que fue a tomar un café en una confitería de Salta y escuchó a tres personas organizando el atentado en una mesa de al lado.

El gran problema de la justicia argentina es que si se convierte en jurisprudencia lo de meter preso a los argentinos por las imbecilidades que dicen en las mesas de café, no queda nadie suelto.

1 comment:

  1. Haga lo que haga no lo logra.
    Inspira cualquier otro sentimiento menos lástima.

    Anoche leía los comentarios de esa nota y me reía sola con las cosas que decían los lectores.
    Y muchos tienen razón.

    La gente está harta, saturada, podrida, de las ridiculeces que estos personajes pergeñan para estar en el candelero y tratar de generar, aunque sea, un mínimo esbozo de conmiseración o alguna emoción positiva hacia sus horribles y maquiavélicas personas.

    Creo que a estas alturas no hace falta mucho más para darse cuenta que a los argentinos les están faltando el respeto e insultando su inteligencia con semejantes denuncias e investigaciones, entonces la gente se lo toma en solfa y responde al absurdo con burlas.

    La victimización, las bufonadas, las intrigas y las traiciones, todo eso sumado a la dificultad de ser mujer...
    No será mucho?

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