Para que veas lo ochentosos que estamos -rumbo a Cuba- hay desabastecimiento de cubiertas para automóviles, porque el gobierno limitó la importación; colas para cargar combustible; faltan cartuchos para las impresoras laser y si seguimos así, nos convencerán que es más acorde con la preservación del medio ambiente usar poco papel higiénico, para no contribuir a la deforestación del planeta. El que tenga pileta de natación será un antisocial, porque "el agua es de todos"; idem el que use aire acondicionado o calefacción (salvo en los despachos oficiales). Lamentablemente, la mentalidad media no es meramente populista -el populista a la antigua usanza quería distribuir los beneficios del capitalismo, pero no eliminarlo- sino socialista: que vivamos en la estrechez crónica, pero distribuida "equitativamente". Una de las críticas recurrentes a la izquierda es por ser hipócrita. Pienso que por suerte todavía quedan muchos hipócritas -que no están del todo convencidos de lo que públicamente predican- porque si no, muy pronto caeríamos en el más horrendo de los totalitarismos. La Unión Soviética vivió su período más infernal no bajo la burocracia de Brezhnev, sino de la mano de Lenin, Trotsky Stalin, Beria y compañía.
Próxima estación...
ReplyDeletePara que veas lo ochentosos que estamos -rumbo a Cuba- hay desabastecimiento de cubiertas para automóviles, porque el gobierno limitó la importación; colas para cargar combustible; faltan cartuchos para las impresoras laser y si seguimos así, nos convencerán que es más acorde con la preservación del medio ambiente usar poco papel higiénico, para no contribuir a la deforestación del planeta. El que tenga pileta de natación será un antisocial, porque "el agua es de todos"; idem el que use aire acondicionado o calefacción (salvo en los despachos oficiales).
ReplyDeleteLamentablemente, la mentalidad media no es meramente populista -el populista a la antigua usanza quería distribuir los beneficios del capitalismo, pero no eliminarlo- sino socialista: que vivamos en la estrechez crónica, pero distribuida "equitativamente".
Una de las críticas recurrentes a la izquierda es por ser hipócrita. Pienso que por suerte todavía quedan muchos hipócritas -que no están del todo convencidos de lo que públicamente predican- porque si no, muy pronto caeríamos en el más horrendo de los totalitarismos. La Unión Soviética vivió su período más infernal no bajo la burocracia de Brezhnev, sino de la mano de Lenin, Trotsky Stalin, Beria y compañía.
Muy triste, Julio.
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