A ver, Mayor, voy a responder con otra analogía de la 2da Guerra, estamos peleando contra Hitler con Stalin de aliado pero no somos los EE.UU. ni el U.K., somos Albania.
Hitler se va a suicidar en el bunker y nosotros vamos a festejar la llegada de Stalin al poder.
Sacando este chascarrillo, ¿cuál pienso que es hoy la situación de la Argentina?
No me gustan demasiado las analogías históricas porque dan para todo, pero aquí hay una sólo a título ilustrativo.
La Argentina está hoy como estaba, digamos, en 1967. Tenemos al peronismo, al radicalismo ya full-full corporativista-estatista desde hace décadas y a los militares nacionalistas y ya bien corruptos en el poder. Y nada más.
¿Qué bueno podía salir de todo eso? Sabemos bien que nada.
¿Cuál es la única oportunidad de que la Argentina retome la senda de la civilización?
Ya pasó esa oportunidad, difícilmente veremos pasar otra en el transcurso de nuestras vidas.
Estuvo en manos de Carlos Menem y no alcanzó, la resistencia al cambio fue demasiado fuerte. Quizás con un golpe de buena fortuna hubiese alcanzado, quizás con la soja estratosférica en 1994 la cosa hubiese sido diferente. No podemos saberlo.
¿Qué generó esa oportunidad en 1989? La generó el fracaso estrepitoso del estatismo nacionalista y la situación del mundo y la región.
Y cuando digo fracaso estrepitoso me refiero a veinte años para que te instalen un teléfono, a cortes de electricidad programados (y de los otros), a ferrocarriles con un servicio pavoroso, a un transporte público paleozoico, a veda de carne, a estufas que no encendían en invierno, a ausencia de crédito, a inflación galopante y luego hiperinflación, a atraso tecnológico manifiesto, a un insoportable olor a decadencia. Todas cosas que no ocurrieron de un día para otro sino que se desarrollaron lentamente.
Al mismo tiempo, el notable éxito de Maggie Thatcher y Ronnie Reagan tras la prevista stanflation devolvieron lustre a las ideas de la libertad, que venían siendo denostadas desde casi todos lados por décadas.
¿Qué pasó con la oportunidad de 1989?
Varias cosas. Primero, el “muerto” que el prócer Alfonsín le legó a Menem era muy pesado. Nada de reservas en el Central, una infraestructura en terapia intensiva, un enorme desempleo encubierto tras las “empresas” públicas de servicios horribles, monumentos a la corrupción y con enormes pérdidas. Una industria de museo que sólo podía y puede sobrevivir con fortísimas protecciones. Ni que hablar de la enorme deuda pública reconocida y la aún más grande oculta tras las leyes de “emergencia”. El “riesgo argentino” de que ocurriese lo que finalmente ocurrió hacía que las inversiones en Argentina requiriesen un retorno bastante mayor que en el requerido en otros países.
Segundo, que las reformas ni le sacaron la pintura al “modelo” federal. Las provincias siguieron disfrazando de empleo público a un gigantesco desempleo que la falta de garantías a las inversiones hacía inevitable.
Triunfaron finalmente las fuerzas que hacían que el gasto público creciera en dólares y que los vencimientos de la deuda siempre se patearan para adelante.
Aún así, hasta el 2001 permaneció la posibilidad de que los políticos se pusieran todos de acuerdo para hacer una baja en serio del gasto público. Pero los políticos, sus representados y sus amigos no tenían la menor intención de renunciar a nada.
Y ahí se perdió la oportunidad, en una orgía de golpes de estado callejeros, default, devaluación y pesificación asimétrica, todo por la patria (estatal).
Muy conveniente fue, por supuesto, atribuir la causa de estos desastres a la década menemista neoliberal.
Como la abrumadora mayoría de los argentinos piensa que las soluciones vienen de arriba, cree en los caudillos y odia todo lo que huela a anglosajón (salvo los inventos, los productos y las visas), esta explicación traída de los pelos fue adoptada por un entusiasmo, un fanatismo, digno de causas mejores.
Hitler se va a suicidar en el bunker y nosotros vamos a festejar la llegada de Stalin al poder.
Sacando este chascarrillo, ¿cuál pienso que es hoy la situación de la Argentina?
No me gustan demasiado las analogías históricas porque dan para todo, pero aquí hay una sólo a título ilustrativo.
La Argentina está hoy como estaba, digamos, en 1967. Tenemos al peronismo, al radicalismo ya full-full corporativista-estatista desde hace décadas y a los militares nacionalistas y ya bien corruptos en el poder. Y nada más.
¿Qué bueno podía salir de todo eso? Sabemos bien que nada.
¿Cuál es la única oportunidad de que la Argentina retome la senda de la civilización?
Ya pasó esa oportunidad, difícilmente veremos pasar otra en el transcurso de nuestras vidas.
Estuvo en manos de Carlos Menem y no alcanzó, la resistencia al cambio fue demasiado fuerte. Quizás con un golpe de buena fortuna hubiese alcanzado, quizás con la soja estratosférica en 1994 la cosa hubiese sido diferente. No podemos saberlo.
¿Qué generó esa oportunidad en 1989? La generó el fracaso estrepitoso del estatismo nacionalista y la situación del mundo y la región.
Y cuando digo fracaso estrepitoso me refiero a veinte años para que te instalen un teléfono, a cortes de electricidad programados (y de los otros), a ferrocarriles con un servicio pavoroso, a un transporte público paleozoico, a veda de carne, a estufas que no encendían en invierno, a ausencia de crédito, a inflación galopante y luego hiperinflación, a atraso tecnológico manifiesto, a un insoportable olor a decadencia. Todas cosas que no ocurrieron de un día para otro sino que se desarrollaron lentamente.
Al mismo tiempo, el notable éxito de Maggie Thatcher y Ronnie Reagan tras la prevista stanflation devolvieron lustre a las ideas de la libertad, que venían siendo denostadas desde casi todos lados por décadas.
¿Qué pasó con la oportunidad de 1989?
Varias cosas. Primero, el “muerto” que el prócer Alfonsín le legó a Menem era muy pesado. Nada de reservas en el Central, una infraestructura en terapia intensiva, un enorme desempleo encubierto tras las “empresas” públicas de servicios horribles, monumentos a la corrupción y con enormes pérdidas. Una industria de museo que sólo podía y puede sobrevivir con fortísimas protecciones. Ni que hablar de la enorme deuda pública reconocida y la aún más grande oculta tras las leyes de “emergencia”. El “riesgo argentino” de que ocurriese lo que finalmente ocurrió hacía que las inversiones en Argentina requiriesen un retorno bastante mayor que en el requerido en otros países.
Segundo, que las reformas ni le sacaron la pintura al “modelo” federal. Las provincias siguieron disfrazando de empleo público a un gigantesco desempleo que la falta de garantías a las inversiones hacía inevitable.
Triunfaron finalmente las fuerzas que hacían que el gasto público creciera en dólares y que los vencimientos de la deuda siempre se patearan para adelante.
Aún así, hasta el 2001 permaneció la posibilidad de que los políticos se pusieran todos de acuerdo para hacer una baja en serio del gasto público. Pero los políticos, sus representados y sus amigos no tenían la menor intención de renunciar a nada.
Y ahí se perdió la oportunidad, en una orgía de golpes de estado callejeros, default, devaluación y pesificación asimétrica, todo por la patria (estatal).
Muy conveniente fue, por supuesto, atribuir la causa de estos desastres a la década menemista neoliberal.
Como la abrumadora mayoría de los argentinos piensa que las soluciones vienen de arriba, cree en los caudillos y odia todo lo que huela a anglosajón (salvo los inventos, los productos y las visas), esta explicación traída de los pelos fue adoptada por un entusiasmo, un fanatismo, digno de causas mejores.
En resumen, pensemos que hicieron falta cincuenta años de corporativismo populista para causar en el pueblo un hastío tal que permitiera tibias reformas.
Es razonable pensar que hará falta otro medio siglo para la próxima oportunidad.
¿Cuáles son las "soluciones" de la "oposición"?
Veamos una de De Narváez (me da miedo poner una de los radicales):
En fin linda historia pero me quedo con el gobierno de Alfonsin y con la persona de Alfonsin, el dirigente mas honesto desde que yo naci a eta parte de la Argentina.
ReplyDeleteY por muchos errores que haya tenido su politica economica nunca hubiese sido capaz de volar Rio Tercero por ejemplo.
Tenerle miedo alos radicales esta muy bien, pero una cosa que hay que hacer es desarticular las mafias y aparatos peronistas antes de reconstruir el pais que son mucho mas nocivas que el radicalismo en si.
Coincido que Argentina no tiene salida pero no solo desde lo economico sino aun peor desde lo etico.
Para mí ése es el gran error, pensar que el problema es sólo ético, pese a que sí es un parte importantísima.
ReplyDeleteEl problema es ético pero también es de ideas.
Por desgracia, no alcanza con la honestidad.
Blogovido, no sé qué decirte, coincido totalmente con vos, y espero que no pienses que lo de antes fue con mala onda porque no fue así.
ReplyDeleteYo también creo que lo que tuvimos entre 1989 y 2001 fue una oportunidad única en nuestras vidas y que no la vamos a volver a ver a menos que choquen los planetas. Y tengo 25 años, así que me estoy resignando a un buen trecho de tiempo.
Mal que nos pese, el liberalismo es una mala palabra para el argento, por todas las razones que mencionás, desde la hipocresía argenta hasta la deformación que hicieron los interesados de siempre.
Lo que me planteo es: si no podemos tener un nuevo 1989 hasta que nos pase una catástrofe parecida porque si dependemos de la racionalidad de los argentos vamos muertos, ¿qué nos queda por hacer?
Si proponemos un liberalismo full-full con aire acondicionado, frenos ABS y doble airbag delantero, nos van a sacar carpiendo y lo más lindo que nos van a decir es "fachos de mierda". Es así.
¿Qué podemos hacer? Me duele y me enferma decir esto, pero lo que nos queda por hacer es exactamente lo mismo que hicieron los zurdos: "paso a paso", como decía Mostaza Merlo. No vamos a ver liberalismo en estos años y tal vez nunca, pero si nos planteamos arrancar pequeñas victorias poquito a poco, ir introduciendo nuestras ideas de a poquito y en bocaditos aceptables, al menos vamos a ir en la dirección correcta. Tal vez no convenzas a todos de que el Estado no tiene que tener ni una sola empresa, pero si apuntás a Aerolíneas y el pozo negro que es, les vas a arrancar la admisión de que el manejo estatal es catastrófico.
Y pienso que hay pequeñas perlitas en el mar de mierda y flatos mentales que permiten tener un poquito de esperanza.
Ya de entrada vemos que al Gran Pueblo Argentino Salud le preocupa mucho la inflación y (creo yo) no hay nadie que diga ahora que "un poquito de inflación hace bien" porque lo sacan cagando. Más cuando en la cabeza de muchos pajaritos ya está la ecuación "uso de reservas del BCRA = robo para la corona = más inflación". No es poca cosa, la inflación es la ventana por la que Menem metió sus reformas. Es un primer paso.
Me atrevo a decir que es un paso muy importante porque a diferencia de 1989 acá ya tenés por lo menos a una generación que se acostumbró a la estabilidad: los pelotudos que adquirimos conciencia a comienzos de los 90 y que 2002 nos agarró en plena búsqueda de empleo sin tener el "sexto sentido inflacionario" argento. No digo que sea la panacea ni que vamos a salvar al país (te diría que todo lo contrario), pero al menos hay una masa de experiencia que ve como antinatural vivir con inflación.
En el 2008 tuvimos algo que nunca pensé ver en este país: una gran movilización social en contra de un impuesto. Fue sólo por esa ocasión y no se repitió en posteriores desfalcos (tal vez más por el cansancio social que por estar de acuerdo o no), pero el potencial existe.
Otro hecho positivo: la reciente reaparición de Menem no desató ni por asomo la oleada de puteadas que habría tenido de haber pasado esto hace cinco o seis años. Tiene que ver con una realidad actual que no se ve en televisión pero se escucha en los taxis y peluquerías del país: "Con Menem estábamos mejor". Es tímido pero existe y va creciendo.
Y si bien coincido en que las propuestas de los políticos argentinos en materia económica son de terror y para ir a llorar al rincon, y sin pensar que entre la manga de forros e ignorantes vamos a encontrar una perla, me remito a las palabras de Menem: "Si hubiéramos dicho todo lo que ibamos a hacer nadie nos votaba".
Saludos y por favor no pienses que te estoy llevando la contra en esto porque coincido en todo con vos.
Si alcanzase con la honestidad y la ética (del presidente que se vuelve a la casa igual de pobre de lo que llegó), la presidencia de Illia nos hubiese propulsado al primer mundo sin escalas.
ReplyDeleteGustavo, Alfonsin no hizo un Rio Tercero pero si, con ayuda de los soretes de la Coordinadora, armo el asalto a La Tablada.
ReplyDeleteEl alfonso y su banda de delincuentes armo eso para meter el estado de sitio y perpetuarse en el poder, que a esa altura se le escapaba de las manos.
Por suerte, en parte por los colimbas y oficiales que repelieron parte del ataque y la policia de la provincia (que tenian el dato del asalto a una unidad militar y estaban cerca) pudieron desarmar el autogolpe.
Alfonsin fue tan corrupto como los demas, lo que pasa que supo cubrir bien sus cagadas gracias a la prensa progre de la epoca y a los pocos canales de informacion que existian en la epoca (casi todos lo canales de tv y radios eran del estado y no habia internet).
Dios mio!! Desmistifiquen al inutil de Alfonso por Dios!
ReplyDeleteMuy claro, blogo, comparto.
ReplyDeletehttp://payole.files.wordpress.com/2009/08/diana_conti.jpg
ReplyDeleteme llamaron?
No alcanza en Argentina con un estatismo más prolijo o atenuado, porque fracasará, y luego las culpas y responsabilidades serán cargadas a la cuenta del "neoliberalismo"; y porque mientras el estatismo sea la religión oficial indisputada en Argentina; y el socialismo sea el hermoso ideal inmarcesible e inmune a los embates de la realidad -eso lamentablemente es lo que difunden los diarios, los colegios con una educación dirigida en sus contenidos desde un Ministerio de Educación básicamente izquierdista, las universidades, la tele, las radios-el país seguirá de fracaso en fracaso, e insistiendo que la causa de aquéllos es la corrupción, o porque se hicieron demasiadas concesiones al capitalismo.
ReplyDeleteChávez no llegó al poder por el neoliberalismo, sino por el estatismo y el endoso de la cuenta al primero de los fracasos del segundo. En 1987 Carlos Ball decía, respecto de Venezuela, lo mismo que está ocurriendo en la Argentina: "Durante 28 años Venezuela ha avanzado por el camino que conduce inexorablemente hacia el totalitarismo económico...Tenemos que orientarnos por el camino de la libertad individual y de la libertad económica...Comprendo que a una audiencia formada bajo el prejuicio de que el emresario es egoísta, acaparador y estafador por naturaleza y que el ciudadano requiere de la protecciòn estatal contra tales malhechores, no es fácil ni aceptar ni asimilar las ideas que les expongo hoy...A raíz del descomunal aumento del precio del petróleo en 1973 y de la estatización de nuestra principal industria en 1976...se disparó el valor del premio para los ganadores de las contiendasa electorales y al incrementarse geométricamente el poder real del Ejecutivo Nacional se disparó también la politización de nuestra sociedad: de los gremios, de los sindicatos, de la educación, de los tribunales, de los policías y de los esfuerzos por penetrar las asociaciones de vecinos".
"El significado en el ámbito económico de la total y completa politización de nuestras vidas ha sido que a menos de que contemos con la palanca o con el amigo en los corredores del poder...es más atractivo y mucho menos arriesgado ser empleado que empleador. Esto tiende...a la homogeneización de la población (otro objetivo político) y a la desaparición de la competencia".
Argentina, desde 2001, es culturalmente socialista. La derecha y el centro están paralizados por el pánico a la incorrección política, y se ha impuesto un pensamiento virtualmente único anticapitalista, antinorteamericano, antiempresas, estatista, intervencionista, fiscalista y proclive al aumento del gasto publico. Los Kirchner son los hoy impresentables {entre 2003 y 2007 casi nadie los cuestionaba], pero no hay una controversia sustancial sobre sus orientaciones en materia, económica, cultural y de inserción en el mundo. Se discuten las formas, pero no el fondo. Lo más lejos que se llega, es proponer como modelo a Lula, porque es izquierdista pero no tanto.
Lamentablemente, la oportunidad de 1989 se perdió, y no volverá hasta que en el mundo se desprestigie nuevamente el socialismo. Espero que mis hijos, si no emigran, puedan ver ese futuro.
Beto, la verdad que no conozco ninguno de esos hechos que relatas, ni me parece verosimil la idea de que Alfonsin queria quedarse en el poder a toda costa.
ReplyDeleteCon respecto a todos los comentarios de que con la etica no alcanza estoy de acuerdo pero debe ser piedra base para todo lo demas. El caso de Illia es emblematico ya que hay que luchar contra muchas mafias y grupos de poder, tener carisma, apoyo, estrategia, etc.
Probablemente el cambio se deba dar por etapas como dicen aca si es que se da, o ya sea toda cosa juzgada y estamos dicutiendo al cohete.
El hecho de que con Menem estaban mejor que se escucha timidamente, a mi no me dice absolutamente nada, es sobradamente conocida la poca memoria del pueblo argentino al punto de fabricar proceres de gente nefasta. Mucho para elegir no hay.
Gustavo, no me voy a poner a escribir sobre el gobierno de Alfonsin, porque se hace muy extenso y ya se escribio mucho en el blog sobre esa epoca.
ReplyDeletePero si queres saber bien lo que paso, lee todos los diarios, libros y revistas de la epoca, relaciona los nombres de todos los actores politicos y vas a entender todas las conexiones que dieron lugar a los hechos de ese periodo.
Incluso te vas a sorprender como muchos de esos fracasados encontararon cobijo en diferentes gobiernos e incluso hoy son kirchneristas furibundos.
Un ejemplo Aldo "devaluacion" Ferrer.
Gustavo, Durante los 80, al igual que ahora, el estado argentino controlaba, por mencionar algunas cosas, los medios de comunicación, los precios, los salarios, el tipo de cambio, la tasa de interés, gran parte del sistema financiero y alrededor del 60 - 70% de la economía.
ReplyDeleteEl grado de discrecionalidad era fenomenal. El nivel de corrupción es directamente proporcional al poder discrecional de los funcionarios. Aparentemente vos adhieres a aquello de que todo sistema es bueno si está en manos de virtuosos.
Ya hemos tratado el tema de Alfonsín en varias oportunidades en el blog, te diría que hagas una búsqueda.
Gustavo, si no te parece verosímil que Alfonsín haya querido perpetuarse en el poder, será porque sos muy joven o porque tenés memoria muy selectiva. Alfonsín tuvo un intento fallido para reformar la constitución (con reelección incluída, obvio). En ese sentido, la única diferencia entre Alfonsín y Menen, es que el segundo tuvo mayor audacia, picardía política, y un Alfonsín en la oposición que le terminó sirviendo la reelección en bandeja.
ReplyDeleteQue lindos guiones de ciencia ficcion y fantasia que arman en este blog. Reinventan y reescriben el pasado, presente y futuro con un talento que cualquier dia de estos les va hacer ganar un Oscar.
ReplyDeleteNi memoria muy selectiva ni soy muy joven, ni ganas de releer una historia que yo vivi, se que se cometieron errores, me importa muy poco que politicos radicales se pasen al kirchnerismo o ex-menemistas se hagan de San Lorenzo, nada tiene que ver con Alfonsin ni es indicativo de nada.
ReplyDeleteEl gobierno de Alfonsin para mi fue bueno en circunstancias dificiles y consiguio afianzar la democracia, recibio muchos paros, tuvo alzamientos y termino lamentablemente con una hiperinflacion orquestada, pero nunca me dio asco de ser argentino.
El turco tuvo mas picardia si a tal punto que la corrupcion trepo 16000% y el pais entro en una aberracion moral descarada como no se vio nunca.
Pocas, pero pocas personas mas INUTILES que Raul Ricardo Alfonsin. Encima, quiso silenciar opiniones contrarias, el autogolpe, el cagazo contra Rico... la Coordinadora. Ay Dio!
ReplyDeleteCuestion de opiniones vio?
ReplyDeleteDesde la vuelta a la democracia:
El mas inutil en mi opinion De la Rua, el mas hijo de puta y corrupto Menem con un honroso segundo lugar para los Kirchner.
El mejor lejos casi irreprochable Alfonsin(autogolpe?)Lo que???
Ya que me han invitado a leer cosas yo tambien quiero sugerirles el siguiente texto comparativo:
http://www.econometrica.com.ar/productosservicios/archivos/mensual/2009_09.pdf
Alli veran en que contexto economico se movio cada presidente y que indices de desocupacion y bienestar social tuvo, no se habla de desigualdad o corrupcion pero cualquiera se deberia dar cuenta de estas diferencias en cada gobierno.
Anónimo, por lo menos podrías tener la generosidad de aclarar qué de lo que se dice en el post te parece ciencia ficción y fantasía.
ReplyDeleteMayor, para nada pienso que haya mala onda de tu parte. Esto es debate, nadie está obligado a estar de acuerdo con nadie.
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