Muy interesante post en lo de Rubén sobre la relación entre el gobierno federal/ciudad de BA/provincia de BA y el interior.
Le decía en un comentario que comparto con salvedades. Creo que se trata de una relación de cómplices, no de víctimas y victimarios. Lo digo porque sino puede interpretarse como una variante del disparate de las “venas abiertas…”.
A millones de argentinos del interior, incluida la corporación política, les viene como anillo al dedo el papel de entenado del gobierno federal/Buenos Aires. Así como los argentinos suelen echarle la culpa de sus problemas al FMI, EEUU o lo que sea, los del interior suelen anteponer al gobierno nacional en los suyos.
No existe la voluntad de poner las cosas en su lugar (o más en su lugar). Una prueba clara es la imposibilidad de replantear el sistema de coparticipación.
Se sienten muy cómodos con los beneficios políticos de gastar. Que al costo político de recaudar lo paguen otros.
Coincido, todos están cómodos con el papel de víctima y nadie se quiere poner los pantalones y recaudar los impuestos.
ReplyDeletecasi todos los presidentes fueron del interior.
ReplyDeletesi se da la concentración de poder en buenos aires es porque en la búsqueda de aumentar su poder personal que ejercieron los presidentes, lograron concentrar todo el poder en el presidente de la nación y por ende en buenos aires.
los porteños en cierta forma somos bastante ajenos a esto.
la culpa no la tienen los porteños, la tienen los legisladores y gobernadores que se bajan los pantalones cada vez que llega al gobierno un presidente de su partido.
Algo que hemos visto con total intensidad sobre todo en estos años de kichnerismo personalista, donde todos los legisladores kirchneristas le aprobaban los caprichos a libro cerrado sin discutir nada ni revisar nada.
Me parece acertado el post de Ruben. Por lo menos desde el punto que lo estoy entendiendo, no veo un paralelismo con echar la culpa afuera, onda venas abiertas, va por otro lado.
ReplyDeleteExacto, Víctor.
ReplyDeleteY en el post dejo bien claro que lo que invewntó primero la ciudad de Buenos Aires, lo siguió luego la Provincia, y después lo capitalizó el Estado Nacional.
Y una vez concentrado el poder económico en el EN, lo aprovecharon todos los integrantes del aparato político, de todos los signos.
Desde hace al menos 70 años Buenos Aires y la ciudad también son víctimas del expolio.