Esta mañana escuchaba en la radio que el 45% de los médicos que se gradúan de la Universidad McGill en Montreal (una de las 15 mejores del mundo) se van de la provincia, principalmente a Ontario, y que cada médico graduado les cuesta unos 150 mil dólares a los contribuyentes.
Yo me cansé de decir que el congelamiento de los aranceles universitarios es un disparate mayúsculo. Cada graduado es dueño de irse a vivir donde mejor le venga en ganas, pero debería tener la obligación de pagar por lo menos la mayor parte de sus estudios.
Totalmente de acuerdo. Pero siempre y cuando el Estado baje los impuestos de forma proporcional a la guita que se ahorraría dejando de subsidiar la educación universitaria. Aunque eso ya es mucho pedir, ¿no?
ReplyDeleteFede, No pidamos milagros tampoco. Seguro encuentran algo más en qué fumarse la plata.
ReplyDeletelo que pasa es que sacarle a trompadas la guita al que se despierta a las 6 de la mañana para darselo a los universitarios es "políticamente correcto".
ReplyDeletela universidad no tiene que ser gratis, en todo caso si quieren dar facilidades, la cuota le debería tener que llegar el día que empieza a trabajar.