La carrera de Fórmula 1. No se habla de otra cosa.
Esta mañana escuchaba en la radio que un estudio de la UQAM, la Universidad de Québec en Montreal, sostiene que este año la carrera generará ingresos por unos 100 millones de dólares, contra unos 75 millones de la carrera anterior.
Todo un clásico estatista, contar todos los beneficios y no incluir ninguno de los costos.
La carrera no se hace sin fondos públicos. Se suspendió porque la provincia (es decir, los contribuyentes de Québebc) se negó a poner la plata para la organización. Este año se vuelve a hacer porque se impusieron las conexiones políticas del grupo de presión de los beneficiados con estos eventos.
Si realmente es un negocio tan excelente, no se entiende por qué los organizadores dedican buena parte de sus esfuerzos para conseguir subsidios públicos.
Estas cosas pasan porque los supuestos 100 millones de beneficios tienen nombre y apellido concreto mientras que los costos se reparten entre 7 millones de quebecos.
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