Jul 21, 2010
Desde lo emocional/testicular, no me quedan dudas
Pero desde lo racional, ¿todavía quedan argentos convencidos de que el experimento corporativista de Kirchner va a tener un final feliz?
Después de que el pozo ciego de la historia se haya llevado los últimos vestigios de este nuevo experimento neopopulista los argentinos, al igual que los venezolanos, bolivianos y ecuatorianos, serán mucho más pobres, menos libres, tendrán menor calidad institucional, menos democracia, mayor desigualdad, menos oportunidades para el futuro y más violencia que antes.
(Post auspiciado por Speedo)
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Es la gran pregunta... ¿alguna vez lograremos salir de lo pasional, de lo sentimental para dejar la adolescencia y empezar a usar la razón? O sea, a dejar de pensar con el culo y usar la cabeza.
ReplyDeletebueno, concentrémonos en la foto y esperemos que se de el derrame...
ReplyDeletePor lo que más quieras, decime que es una muñeca de esas realistas que hay ahora, que no es de flesh&blood.
ReplyDeleteJL
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ReplyDeleteAcá lo que pasa es que Uds. no se dan cuenta del engaño principal.
ReplyDeleteLa pregunta que deberíamos hacernos es:
Desde cuándo hay japonesas tetonas?
Desde que las siliconas se popularizaron y la cultura cambió lo suficiente.
ReplyDeletePensabas que eran naturales ? Lamento haberte pinchado el globo (pun intended).
Hay días como estos en los que leo este tipo de comentarios y no queda otra que repetir, como dicen, "es al pedo". Y es que sí, es al pedo.
ReplyDeleteComparto espacios en común con mucha gente (muy buena gente) que se identifica con el gobierno pero lo que no entiendo es ese visceral rechazo a las cosas bien hechas, al altruismo políticamente correcto, a la apelación a la mística nacional encarnada en el talento del dibujo y la improvisación, al enaltecimiento del Estado protector, a la victimización eterna, al resentimiento continuo y a la envidia de la riqueza ajena, entre varios otros.
A veces, pocas pues no me gusta demasiado, discuto con algunos de ellos. Podemos discutir sobre el rol del Estado y etcéteras, y de alguna u otra manera entiendo qué tienen en la cabeza. Ahora, lo que nunca pude entender son las cosas que me han llegado a decir (ojo que tampoco soy un gran argumentador):
"El Estado también tiene incentivos para mejorar la productividad: Hacer las cosas bien y mejor, por el bien común."
"Acá tenemos que industrializar el país, protegiendo la industria, como hizo Estados Unidos. Y vamos bien pero es un proceso largo."
Cosas como estas me desconciertan. Porque cuando uno cree que tiene una discusión racional, aun con sus desacuerdos, llegan estos bombazos y todo se va al diablo. Luego me parece que perdí el tiempo.
Lo que da tristeza es que no se restringe al kirchnerismo sino, como otras veces algunos de este blog lo notan, parece ser que los principios de los argentinos son una religión oficial, internalizada por una gran mayoría.
Creo que acá jamás funcionaría algo ni remotamente parecido a alguna propuesta con cierto grado de racionalidad económica. Simplemente, es demasiado difícil. Para una gran mayoría es difícil entenderlo. Y tampoco conviene, ¿para qué? Mejor fundir al Estado, fundir al futuro y sálvese quien pueda. Total, mientras tanto, tiramos.
Uh, me fui al carajo...