¿Qué Menem o cualquier otro político va a ser capaz de defender lo que los argentinos no supieron, no pudieron o no quisieron defender como sociedad?
La sociedad política argentina es injusta y profundamente conservadora. Al no asimilar los cambios de los ‘90 hundió en el descrédito y el ostracismo al Doctor Menem. Lo vituperaron, lo ofendieron, lo denigraron, lo persiguieron. Es muy difícil aguantar parado cuando vienen degollando. Hizo lo indecible para estar vigente, pero no. Lo postergaron y ningunearon. Antiguos compañeros y amigos lo negaron y le dieron la espalda. Finalmente, Menem se rindió. No se recuerda en la historia de nuestro país un caso parecido. Un líder político que abandone sin más la lucha. Es que Menem está muy sólo y al descampado. Esta soledad lo dice todo. Nadie quiere acordarse de aquellas reformas y aquellos valores. La historia deberá recuperar lo que los políticos desvergonzados hoy tiran por la borda. De todos modos, Menem debió hacer un esfuerzo y mantenerse digno, especialmente si la Iglesia y la familia eran atacadas. No pudo.
Lo único necesario para el triunfo del mal es que los buenos no hagan nada.
ReplyDeleteEdmund Burke
es precisamente esto lo que ha pasado esta última década.
Me hace acordar a los reproches que se le suele hacer a San Martín, como que se fue justo cuando el país más lo necesitaba.
ReplyDeleteLa idea parece ser que los argentinos están condenados a vivir siempre bajo la tutela de alguien.
Muy buen post. Lamentablemente, y como lo dice al final, Menem se rindió. Por falta de apoyo de los propios ex aliados, por extorsiones del gobierno, por vejez o por una mezcla de todo eso, se rindió.
ReplyDeleteUno de los grandes culpables de la actual debacle del centro-derecha es López Murphy. Cuando en la elección del año 2003 Menem obtuvo la primera minoría, López Murphy en vez de sugerir que se votara al candidato más próximo a sus ideas, no quiso quedar "pegado" a Menem, y posibilitó que un candidato con menos del 22% de los votos válidos emitidos, se quedara con todo el poder. Esa supuesta "pulcritud" de López Murphy lo redujo a su actual y merecida insignificancia política. Siga con sus lúcidos análisis económicos; me importan un comino. Optó por la "corrección política", y así nos fue.
Menem, como todos, no supo organizar su sucesión. Viejo choto sigue queriendo ser el líder. Los argentinos no saben dar un paso al costado y ser gente de consulta mientras cuidan nietos.
ReplyDeleteMenem maricón!
ReplyDeleteQuien dejó dos comentarios en el post de Jorge Ávila fuí yo. El segundo es un relato imaginario o no tanto. ¿Se los transcribo?
ReplyDeleteAndrés
Andrés, esta es tu casa. Transcribelo al tiro, weon ! :)))
ReplyDeleteEste es el relato:
ReplyDeleteMe acuerdo haber escrito una especie de relato imaginario o no tanto de como era el país en 1989 (con algunos agregados que hice hace poco) y que consistía en lo siguiente: *Una economía en ruinas. Caída del PBI del 7%.
*Inflación anual del 6000%. El austral perdía valor minuto a minuto. La gente en lugar de comprar saqueaba los supermercados y negocios.
*Desabastecimiento a causa de controles de precios. Artículos básicos como el pan, la carne y el azúcar se convirtieron en bienes de lujo.
*Deuda pública que ocupaba el 150% del PBI.
*Los sueldos de la administración pública se abonaban con hasta seis meses de atraso.
*Servicios públicos básicos prestados de manera ineficiente y monopólica por empresas estatales totalmente ruinosas.
*Sistema jubilatorio nacional totalmente quebrado: Los jubilados tardaban una eternidad en cobrar sus haberes mensuales que encima eran menores a lo que aportaron en toda su vida ya que se los estafaba permanentemente.
*Alta presión impositiva: llegaba al 60% del PBI.
*Aranceles a la importación del 40%. Múltiples barreras a las importaciones y al libre comercio.
*Tasas de interés que llegaban al 30%.
*Desocupación altísima: alcanzaba al 24% de la fuerza laboral.
*Había un 75% de los trabajadores que estaban en negro.
*Las huelgas sindicales, los cortes de calles y rutas eran moneda corriente.
*El 58% de los argentinos por debajo de la línea de pobreza.
*Informalidad económica del 78%.
*Mercados sobrerregulados y sobreprotegidos.
*Educación pública colapsada: Escuelas rancho, docentes con sus magros salarios atrasados, pésima calidad educativa.
*Crisis sanitaria total: Hospitales desbordados y en mal estado, obras sociales ineficientes por causa de regulaciones estatales.
*Rutas, ferrocarriles, puertos y aeropuertos bajo administración estatal en estado calamitoso. No había plata ni para tapar pozos.
*Creciente emigración de argentinos. Entre 1988 y 1989 se fueron del país 230.000 argentinos.
*El país estaba aislado mundialmente. La comunidad internacional literalmente "borraba" del mapa a la Argentna.
*El llamado MTP atacó el regimiento de La Tablada y luego comenzó una seguidilla de atentados con coches bomba en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y el resto del país.
Andrés
Menem fue un corrupto hijo de puta, oportunista que en los 70 fué montonero o guarda de hierro según conveniencia. En los 80 al principio fué más alfonsinista que Storani y Moreau. En los 90 fué "liberal" ( populista de derecha que no es ser liberal ) porque la caída de la URSS así lo indicaba. Si en el 2003 hubiera ganado, habría trocado su populismo a la izquierda. López Murphy hizo bien en no bancarlo, apostó a construír un partido político liberal de verdad, sin populismo ni corrupción y fracasó, pero su fracaso es coyuntural porque alguien tomará la posta y construirá un espacio de centro derecha de verdad, lo más lejos del peronismo que es el verdadero cáncer argentino. Mario D.
ReplyDeleteMario, ojalá tengas razón.
ReplyDeleteYo sigo creyendo que Menem fue lo más cercano a la racionalidad que puede generar el sistema político argentino.
Me encanta lo de Menem populista. Cuando gobernaba lo acusaban de hacer exactamente lo contrario a lo que demandaba el "pueblo", como echar empleados públicos y privatizar YPF.
Louis:
ReplyDeleteMenem hizo muchas cosas racionales que ya estaban en el espíritu de la época ( V.gr.: Angeloz y su lápiz rojo, Alsogaray tercera fuerza nacional ), pero dejó intacta la matriz corporativa que ahoga a la Argentina, un modelo sindical que atravesó la década sin reformas y empresarios cortesanos que siguieron haciendo negocios lejos de la competencia y del mundo, todo en un ambiente de corrupción que no ayudaba a imponer el cambio cultural para que los argentinos se convencieran de que el progreso solo es factible en libertad y con competencia.
Sin perjuicio de ello, si no hubiere avanzado en su afán reeleccionista, habría alcanzado status de estadista solo por haber iniciado el cambio, pero su naturaleza populista, su "estirpe de caudillo" tiró por la borda todo. El liberalismo sigue a la defensiva en la Argentina y en gran medida es por "su" culpa.
Siento angustia por la oportunidad perdida de los 90.
Mario D.
¿HIzo bien López Murphy en no bancarlo? ¿Hizo bien en posibilitar que llegue al poder Kirchner?
ReplyDeleteSigamos los liberales puristas esperando al gran estadista impoluto y con muchos votos, que en el año 2150 mostrará al pueblo cuál es el camino, si es que todavía existe Argentina.
Mario, lo mejor es enemigo de lo bueno. Yo no comparo a Menem con una imagen mental de lo que debería ser un presidente ideal para Argentina sino con los que vinieron antes y después. Les lleva décadas de ventaja en modernidad y coherencia entre objetivos declarados y medios para alcanzarlos.
ReplyDeleteMe daría por muy bien servido si algún día el país recupera el nivel de ingresos, calidad de vida y, sobre todo, libertad que alcanzó durante su gobierno.