Desde el más allá

Bueno, desde el inframundo me mandó un correo ectoplásmico diciéndome que quería hacer su aporte a la serie Su ilusión y su contento, que le había encantado.
Le expliqué que me parecía algo imposible teniendo en cuenta las circunstancias de tiempo, modo y lugar, pero ella insistió una y otra vez, alegando que si no lo hacía la estaba discriminando, y que detrás de cada necesidad hay un derecho.
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Luego, para impresionarme, me envió las fotos que aparecieron en France Dimanche de las propagandas que supo hacer al Federal de Guereño y a Llauró, mostrando el jabón y algo más que las piernas, pero -después de atesorarlas en lo más recóndito de mi disco rígido y hacer un respaldo- le dije que esas imágenes no eran las apropiadas y que, en todo caso, lo intentara con algo un poquito más inocente.
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En un extenso intercambio de opiniones sobre temas de actualidad, me recordó que en su época no existía Papel Prensa, y que por eso los diarios y revistas argentinos sufrían mucho la escasez de papel, pero que ella -pese a todas las dificultades- nunca se olvidó del bueno de Emilio Kartulowicz, y que como una buena hembra agradecida siempre se ocupó que la revista Sintonía estuviera convenientemente abastecida del vital insumo.
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Ante ese formidable y tan democrático argumento no tuve más remedio que acceder de alguna manera a su pedido, pero le aclaré que no podía garantizarle nada, y que el post podía desaparecer en cualquier momento.

Glup!

Raquel Reznik