Todo lo demás es accesorio.
Hasta no hace mucho actuaba convencido de que iba a gobernar para siempre. Lo único que se lo impidió es el hecho de que la plata, tarde o temprano, siempre se termina.
Por supuesto, en algún momento se tendrá que ir*. Es muy probable que en su caso sea en 2011. Y será reemplazado por alguien más. He ahí el verdadero problema del país.
Por el lado positivo podemos decir que la mera alternancia en el poder ya es un avance.
Queda el interrogante de quién se hace cargo del gobierno y cuál será el rumbo del país.
Aún si surge una oposición moderna, moderada, partidaria de la libertad y las instituciones de la república, es muy poco lo que se puede avanzar si del otro lado siguen campeando las ideas de la antimodernidad.
* Ya escuché a dos o tres personas plantear la posibilidad de que a) nunca se llegue a las elecciones de 2011, porque son anuladas o lo que sea, o b) que se manipulen los resultados electorales. Un conocido sostiene que Kirchner maneja, o puede llegar a manejar, los jueces electorales como maneja a tantos jueces comunes, y ni siquiera necesitaría fraude. Le bastaría con anunciar los resultados que mejor que le vengan en ganas.
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