Aquí tienes bálsamo de Genesaret, incienso del cabo Gardefan, láudano, cinamomo y silfio , tan bueno para ponerlo en las salsas. Ahí dentro hay bordados de Azur, marfiles del Ganges, púrpura de Elisa. Y esta caja de nieve contiene chalibon, vino especialmente reservado para los reyes de Asiria y que se bebe puro en el cuerno de un unicornio. Aquí hay collares, broches, redecillas, quitasoles, polvo de oro de Baasa, casiterita de Tartessos, madera azul de Pandio, pieles blancas de Isedonia, rubíes de la isla Palesimonda y palillos de dientes fabricados con pelos de tachas, animal perdido que vive bajo tierra. Estos almohadones son de Emath y los flecos de este manto, de Palmira. En este tapiz de Babilonia hay... pero ven... ¡Ven aquí!...
Bueno, las tentaciones de San Antonio fueron una tremenda fuente de inspiración.
Los diablos y demás espíritus malignos -en la mayoría de las obras- aparecen en forma de mujeres desnudas.
Hay muchísimos cuadros, generalmente... impresionantes.
La temática también se expresó en la escultura, la poesía, la música y la ópera.
...
Yo creo que si bien el planteo hoy resulta anticuado, la idea supo ejercer una influencia tan poderosa en el imaginario colectivo... que no ha desaparecido del todo.
Es más, pienso que la tendencia actual que usa e incluso muchas veces abusa del erotismo, se explica mejor si la consideramos de alguna manera como una reacción exagerada al concepto, para poder terminar de enterrarlo.
A lo mejor en algún momento se alcanza un equilibrio, no lo sé.
Como quiera que sea, parece inevitable que ya sea para significar las pérfidas tentaciones del demonio, o para construir una sociedad en la cual el placer y el disfrute se acepten como algo natural y sano, las mujeres invariablemente estaremos ahí.
En bolas, por supuesto.
Raquel Reznik
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