Bien por Hanglin, como siempre.
Pero no es ninguna novedad, y existen cosas peores.
Por ejemplo, en la práctica, la obligación de asistencia conyugal no se extingue nunca, ni siquiera con el divorcio.
Por ejemplo, si tu ex antológico/a -de hace 20 años- un día por alguna circunstancia llega a estar en la ruina y a la intemperie, y te enchufa una demanda de asistencia... fuiste, y a otra cosa mariposa.
Pero no es ninguna novedad, y existen cosas peores.
Por ejemplo, en la práctica, la obligación de asistencia conyugal no se extingue nunca, ni siquiera con el divorcio.
Por ejemplo, si tu ex antológico/a -de hace 20 años- un día por alguna circunstancia llega a estar en la ruina y a la intemperie, y te enchufa una demanda de asistencia... fuiste, y a otra cosa mariposa.
Raquel Reznik
Excelente lo de Hanglin.
ReplyDeleteY un bonito comentario dejado por un lector:
Gonzáles viaja a un pueblo. Allí todos tienen deudas y viven a
crédito. Pide un cuarto en el hotel, deja un billete de 100 u$s en recepción y sube al cuarto. El dueño lo toma y sale a pagarle al
carnicero. Éste corre a pagarle al criador de cerdos que dispara a
pagar lo que debe al molinero que le vende alimento para chanchos. El
molinero se apura a liquidar su deuda con María, a la que hace rato
que no le paga -ante la crisis ella ofrece sus servicios a crédito-.
María, billete en mano, llega al hotel -debía la cuenta de algunos
clientes- y deja el billete. Gonzáles baja, quiere volver y enfrentar su problema, toma el billete y se va. Nunca se enteró que gracias a él
y sin poner un centavo, nadie tiene deudas y miran al futuro
confiados. Si Gonzales cambia cambian su familia, sus clientes, sus amigos. Si todos cambiamos y hacemos circular el dinero podemos
cambiar el país. Para la teoría del caos el simple aletear de una
mariposa en Brasil puede provocar un terremoto en San Francisco.
El derecho a vivir del fruto del trabajo de los demás. Tan válido y derecho como el de la salud y el acceso a Internet franja ancha.
ReplyDeleteTristísimo lo que le pasa a González al verse obligado a vivir entre argentos.
ReplyDeletePero a la vez, de la manera como lo narra Hanglin, es para redefecarse de hilaridad.
Para que tener muchas propiedades????
ReplyDeletePara que me demanden?????????????????
NO!!!!
Ya mismo renuncio a mi puesto y dono todos mis bienes, ya que los donatarios tienen el deber de alimentarme y todos los meses puedo recibir un "Plan descansar"
Salu2 Gabriel